Temporalidad, precariedad salarial y escasa cualificación son los tres factores que sitúan la hostelería como uno de los sectores laborales que más peligros agrupa y a sus trabajadores como uno de los colectivos con más riesgos de padecer accidentes y lesiones durante el verano. Julio y agosto son los meses que más contrataciones hay en el sector turístico, de hecho, se estima que más de 1,4 millones de contratos laborales se generen en esta campaña de verano en toda España. Son datos del informe de Adecco que apunta que este sector será el principal beneficiado en este periodo.
Según sus datos, los perfiles más demandados serán los cocineros, ayudantes de cocina, camareros de piso, mozos, repartidores, animadores y socorristas. «El aumento de personal en el sector hostelero confirma que este colectivo puede sufrir más riesgos de accidente», explica Luis Gil, portavoz y secretario general de ASEPAL. Por eso, ante el aumento de contrataciones desde esta asociación insisten que la formación es imprescindible para evitar o reducir la siniestralidad laboral.
Una gran parte de este sector desconoce los requisitos de cada empleo y cuáles son los equipos protección individual (EPI) que deben utilizar sus trabajadores. Es lo que subrayan desde ASEPAL que para evitar riesgos y con ello las posibles lesiones es necesario prevenir mejorando la formación y seguridad de los trabajadores. «Las empresas deben informar de cada EPI según el trabajo que desempeñen y formarlos para evitar accidentes, además de adoptar las medidas preventivas necesarias y el uso adecuado de los equipos», destaca Luis Gil.
Desde la asociación insisten que los EPI están destinados a proteger de los riesgos que amenazan la salud y la seguridad ya sea en el ámbito laboral como en momentos de ocio. El sector servicios es uno de los ámbitos en los que se concentran mayor número de accidentes laborales, destacando, sobre todo, las quemaduras, insolaciones, lesiones musculares, los cortes y las caídas.
Lesiones más comunes en hostelería
Ya que en verano el sector servicios es el que concentra mayor número de accidentes, ASEPAL insiste sobre los riesgos más comunes según los diferentes oficios dentro del sector hostelero y cómo evitarlos:
- Cocineros: Quemaduras, cortes, pinchazos, resbalones, exposición a altas o bajas temperaturas, contacto eléctrico, contacto con sustancias tóxicas, lesiones musculares y estrés son los riesgos más comunes a los que se enfrentan los cocineros. Para prevenirlos debe disponer de manoplas para evitar quemaduras, guantes de malla metálica, calzado resistente al deslizamiento debidamente certificado y guantes para fregar, entre otros.
- Camareros: Caídas por suciedad y líquidos, quemaduras, insolaciones, cortes y estrés son los riesgos más comunes que sufren los camareros. La prevención, además de los EPI adecuados como gafas de sol, protección solar y calzado resistente al deslizamiento debidamente certificado (por la prevención de caídas por resbalón), se consigue también mediante un mantenimiento de la limpieza y el orden del puesto de trabajo.
- Camareros de piso: Sobreesfuerzos, caídas, contacto a sustancias tóxicas, lesiones musculares y lumbalgia son los riesgos más comunes que sufren los camareros de piso. Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), el 77,5 % de los trabajadores sufre alguna molestia lumbar provocada por los esfuerzos y posturas producidos del trabajo que ejecuta. En este caso, la prevención se basa en la educación de las posturas correctas para cada tarea como hacer las camas, el uso de calzado resistente al deslizamiento debidamente certificado, desconectar los aparatos de la red eléctrica antes de limpiarlos, usar guantes de protección contra productos químicos y una ergonomía adecuada que se adapte al puesto del trabajo.
- Personal especializado: Cambios bruscos de temperatura, golpe de calor, contacto con sustancias químicas son algunos de los peligros más frecuentes del personal de lavandería o en cámaras de refrigeración. Para evitar estos riesgos es importante evitar las variaciones bruscas y realizarlas gradualmente, utilizar ropa de protección contra el frío, protecciones de manos y brazos, vías respiratorias según sea necesario contra la exposición a sustancias químicas, entre otras protecciones e hidratarse bien.
Tal y como aseguran desde ASEPAL, la prioridad para la sociedad en general es extremar las medidas de prevención y seguridad de los trabajadores. «El compromiso, tanto de la empresa como del trabajador, por la cultura preventiva, la formación e información son clave para reducir la siniestralidad laboral«, recuerdan.
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