Cada vez son más las enfermedades psicológicas relacionadas con el mundo laboral. Afectan a todas las edades y entre las causas se encuentran: la falta de reconocimiento, la ejecución de horas excesivas, solicitudes exageradas, objetivos poco realistas y una condición de continua precariedad. Todas estas situaciones llevadas a extremos provocan sentimientos de frustración e inseguridad hasta el «agotamiento» generando una crisis nerviosa.
Según el portal MundoPsicólogos.com, especializado en terapias y tratamientos relacionados con la psicología, en una encuesta realizada en España refleja datos como la Generación X (edades entre 35-44) abriendo el ranking del Burnout (38,09%); seguido por los los baby boomers (35,71%), y finalmente los millenials entre 25-34 años, (26.19%).
El agotamiento surge de la necesidad de control y perfeccionismo obsesivo en lo que uno hace. Aprender a delegar y reconocer la necesidad de ayuda de colegas es un primer paso para comenzar a deshacerse de un exceso de obligaciones y pensamientos laborales.
La “desaceleración”
La forma de combatir este agotamiento es con una “desaceleración”, esto significa que se debe acabar con los ritmos apremiantes y las rutinas agitadas. El cerebro necesita pausas periódicas para reconectarse y concentrarse, como cuando un nadador en el borde de la piscina, se detiene por un momento para reunir fuerzas antes de la inmersión.
El mejor antídoto para el estrés, dicen los expertos de MundoPsicólogos, es el descanso. Lo que también ayuda a trabajar mejor. La investigación realizada por el portal muestra que cuando una persona está agotada comienza a posponer los compromisos y la productividad se pone a cero.
El estudio de los expertos, realizado en cinco países europeos, encontró una asociación significativa entre el insomnio y el empeoramiento del rendimiento laboral. Una buena noche de sueño es un buen antídoto para la productividad, ya que cuando dormimos, el cerebro está activo, reorganiza las ideas y produce soluciones más creativas e inteligentes.
Finalmente, es importante recordar que no se deben subestimar todas las formas de enfermedades psicológicas relacionadas con el mundo laboral. Es importante tomar conciencia de ello y detenerse antes de que la situación pueda degenerar, recurriendo a un especialista si es necesario.
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