ISS Iberia, compañía líder en la integración de servicios generales, ha presentado hoy en Barcelona el “Panel de Expertos ISS – Nutrición Saludable en el Workplace”, el primer estudio multidisciplinar sobre nutrición en el lugar de trabajo hecho en España. Este documento analiza la importancia de la salud y la nutrición en los espacios de trabajo y su impacto en el rendimiento profesional.
El 87% de las empresas españolas considera que la salud y el bienestar en el lugar de trabajo son aspectos importantes a la hora de atraer y retener el talento y mejorar el rendimiento de sus empleados. Las empresas creen que se deberían mejorar las políticas de Recursos Humanos y RSC con el fin tener un rol más activo en la promoción de hábitos saludables en el lugar de trabajo. Consciente de ello, el área de Restauración de ISS ha realizado un estudio que analiza de forma transversal la salud y la nutrición en el lugar de trabajo y sus efectos sobre la productividad.
“Las empresas tenemos un papel clave a la hora de promover hábitos de vida saludable desde los espacios de trabajo”, según Javier Urbiola, CEO de ISS Iberia.
Una alimentación saludable mejora la productividad y reduce el absentismo
De acuerdo con el estudio “Nutrición Saludable en el Workplace”, la mayoría de las empresas (71,3%) considera que no existe el suficiente conocimiento y concienciación por parte de compañías y trabajadores sobre el impacto que tiene la alimentación en la productividad de los empleados. En este sentido, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una nutrición inadecuada puede llegar a traducirse en un descenso de la productividad de hasta un 20%.
Las empresas son cada vez más conscientes de que las políticas de hábitos de vida saludable, donde la alimentación tiene un papel destacado, contribuyen a mejorar la productividad y reducir el absentismo. Fomentar este tipo de iniciativas desde la organización es una forma eficaz para atraer y retener el talento. Mientras que las grandes empresas están más concienciadas sobre ello, para las pymes -que constituyen el 99% del tejido empresarial en España- es todavía un reto.
Los principales frenos de las empresas para el desarrollo de políticas efectivas de promoción de la salud son los hábitos culturales poco adecuados (74,3%), la falta de conocimiento (56%) y los costes de implantación (46%). Para que las políticas sean efectivas deberían ir más allá de la alimentación y tener en cuenta factores tan diversos como los espacios físicos, los servicios de información y asesoramiento o la promoción del ejercicio físico.
El previsible retraso en la edad de jubilación derivado del envejecimiento de la población exigirá trabajadores sanos a una edad más avanzada. Estos cambios sociales requieren que desde las administraciones públicas también se impulsen programas integrales de difusión de hábitos saludables que impliquen a toda la población, desde los trabajadores del futuro –mediante la formación en edad escolar- a los trabajadores actuales.
El espacio de trabajo es el entorno idóneo para transmitir hábitos saludables
El estudio “Nutrición Saludable en el Workplace” destaca que el 85% de los trabajadores tiene interés en que la empresa facilite información sobre cómo tener una alimentación saludable en el lugar de trabajo. Una buena opción sería que las empresas incorporasen perfiles profesionales especialistas en nutrición y psicología, ya sea en plantilla o como asesores externos.
En este sentido, el Dr. Jesús Román Martínez, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, asegura que «el lugar idóneo para educar al trabajador en buenos hábitos de nutrición es el trabajo”.
Del mismo modo, al 21% de los empleados le gustaría disponer de una mejor oferta gastronómica y un espacio más adecuado donde comer. El comedor de empresa es clave para la adopción de hábitos saludables. Debe ser un espacio tranquilo, agradable y amplio que ayude a desconectar.
La tecnología puede ser una herramienta efectiva porque, por un lado, sirve como canal para para la comunicación y formación de los trabajadores. Y, por otro lado, permite la implantación de medidas conciliadoras como el teletrabajo, considerado un facilitador de hábitos de vida saludable.
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