Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares representan el 29% total de muertes en España y son también la principal causa de muerte en el mundo, afectando más a mujeres – 54%– que a hombres – 46%, como indican datos recientes del Instituto Nacional de Estadística.
Llevando un estilo de vida saludable y reduciendo los niveles de colesterol, hipertensión, consumo de tabaco o llevando un control de peso y de la diabetes se previene el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
En el año 2015 fallecieron 17,7 millones de personas en el mundo debido a alguna enfermedad cardiovascular, lo que representa un 31% de las muertes a nivel mundial. En la actualidad, según este organismo, se prevé que de aquí a 2030 se produzcan en el mundo 23,6 millones de defunciones, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
Para Cecilia Salvador, presidenta de la Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardiacas y Anticoagulados (AEPOVAC), “es esencial que desde las instituciones sanitarias se proporcione información para poder concienciar de manera efectiva sobre este tipo de dolencias y que se pueda reducir, en la medida de lo posible, su impacto o gravedad” y añade que “es necesario garantizar que cada vez más personas conozcan la importancia de someterse a una revisión del corazón para detectar estas afecciones, algo que, en el caso de una valvulopatía cardíaca, puede hacerse con la simple utilización del fonendoscopio”.
En palabras del Dr. Pablo Díez Villanueva, cardiólogo del Hospital Universitario de la Princesa: “El método más eficaz para luchar contra las enfermedades cardiovasculares es la prevención. Afortunadamente, conocemos los factores de riesgo y esto supone un punto a nuestro favor: índices altos de colesterol, diabetes, hipertensión, obesidad y sedentarismo, son aspectos esenciales a tener en cuenta para mantener nuestro corazón sano”.
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