La mitad de los europeos se siente cansado en su jornada laboral y la situación en España empeora porque la falta de sueño, el factor más determinante en esta fatiga es más manifiesta en nuestro país. De hecho, los españoles dormimos -según indica la OMS- una hora menos que el resto de los europeos.
Además de la falta de sueño, los expertos señalan nuestra relación con la tecnología como otro factor determinante de cansancio. Uno de cada tres españoles se siente tecnoacosado. “La luz azul de las pantallas (tablets, móviles) visualizada antes de dormir tiene una acción demoledora: confunde a nuestro cerebro que deja de segregar melatonina, la hormona del descanso, interfiriendo en el proceso fisiológico de iniciar el sueño de una forma adecuada. Esto genera un déficit de descanso que sostenido en el tiempo conlleva un aumento de los niveles de estrés: el entorno nos exige funcionar al máximo mientras que nuestros estados cerebral y emocional están totalmente desgastados… lo que nos conduce a un lugar realmente peligroso para el ser humano”, explica Leandro Fernández Macho, formador y coach y uno de los expertos que participa en el documental Kómoda, la vida sin fuelle que se estrenará el próximo mes de abril.
Nuestros hábitos de ocio doméstico también inciden en las pocas horas que destinamos a dormir. Las franjas horarias del prime time televisivo en España son, para José Luis Casero, presidente de ARHOE, Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles, un elemento que debemos corregir si queremos mejorar nuestra productividad tanto en el ámbito del trabajo como en el de la educación: “Está claro que nuestro rendimiento a efectos escolar, formativo y de producción empresarial será inferior al de otros países de nuestro entorno: en España nos encontramos con una población infantil que no rinde y que nos ha llevado a ser casi líderes en el lamentable ranking de ser el segundo país en fracaso escolar”, José Luis Casero.
Cecilia Múzquiz, directora de la revista Cosmopolitan, afirma: “vivimos en una sociedad multitarea que nos obliga a estar continuamente corriendo. ¿Dormimos menos? Por supuesto. Tienes tantas cosas que hacer, aunque estas sean ficticias, que afrontas el día como una gymkana de pruebas. Y, por si esto fuera poco, hoy las jornadas son eternas”. Nuestro actual modo de vida dispara la respuesta de estrés como ningún otro “y que es el miedo al rechazo y a la exclusión ya que dispara en el cerebro la activación de las mismas áreas que cuando sentimos dolor físico”, comenta por su parte Leandro Fernández Macho.
El consenso social como solución
En sus conclusiones, los expertos coinciden en empoderar al ser humano como el único capaz de romper esta dinámica y reconducirnos a escenarios más saludables. “Es responsabilidad nuestra desconectar -concluye Casero- y aprovecharnos de la tecnología para organizar nuestra vida y gestionar nuestro descanso; además, hay que instar a las empresas y a los poderes públicos a un nuevo modelo de sociedad que abogue por la conciliación de segunda generación”. Para el máximo responsable de ARHOE, nuestros vecinos europeos ya han puesto en marcha campañas de racionalización de horarios televisivos y adelanta que hay estudios que relacionan políticas de conciliación con rendimiento empresarial. “Hay datos esperanzadores que hablan de empresas con racionalización de horarios que han visto aumentar su productividad hasta un 19%”.
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