Según los datos de 2018 anunciados por la DGT, el número total de fallecidos por accidente de tráfico en vías interurbanas a 24 horas alcanzó los 1.180, 18 menos que el total del año pasado, con un registro total de 1.198 víctimas mortales.
Este descenso, del 1,5%, ha sido comunicado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acompañado del director general de Tráfico, Pere Navarro.
Pendiente de conocer la evolución de la siniestralidad en las ciudades, y con datos a 30 días, desde el RACE valoramos de forma positiva pero insuficiente la reducción de los muertos por accidentes de tráfico en vías interurbanas, ya que debemos trabajar de forma coordinada hacia objetivos mucho más ambiciosos, como los fijados por la ONU, y llevar al centro del debate político y social este grave problema, una vez probada la relación existente entre una mayor preocupación sobre el tema y la reducción en el número de accidentes.
Para el RACE, los datos ofrecidos hoy por la DGT demuestran que es posible seguir reduciendo la siniestralidad vial, aunque esta disminución sea más costosa y con resultados más ajustados. Junto a las medidas legislativas presentadas hace unos días, se debe trabajar en la mejora de las infraestructuras, como demuestra el último informe presentado por EuroRAP, informe en el que participa el RACE en el que se alerta de un riesgo elevado en más de 3.000 km de la RCE, lo que supone un 12,1% del total.
Asimismo, es imprescindible un plan de incentivos para la modernización de un parque automovilístico que cuenta con más de 12 años de antigüedad y que, sumado en muchos casos a su falta de mantenimiento, se convierte también en otro factor de riesgo.
La concienciación y las campañas de sensibilización sobre las distracciones –sobre todo el uso del móvil durante la conducción-, la velocidad inadecuada en las carreteras, alcohol y drogas, fatiga y somnolencia o el incumplimiento de las normas acercan el problema al usuario y ayudan a reducir la siniestralidad.
La formación se ha convertido en un capítulo importante en la prevención, ya sea en la obtención de la licencia de conducir, en los cursos preventivos o en lo que respecta a la seguridad vial laboral, donde las empresas también deben asumir un papel esencial para reducir la siniestralidad, ya que el 70% de los desplazamientos son por trabajo.
Algunas medidas que el RACE cree que deben ser implementadas de forma prioritaria
- Mayor prioridad política. Situar el problema de la seguridad vial entre los elementos principales de la agenda política nacional puede salvar vidas. Además, los Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Cabildos… deberán tener entre sus objetivos y planes de actuación políticas concretas.
- Incentivos para la renovación del parque automovilístico.
- Elaboración de un mapa de ubicación de radares, de forma preventiva, conforme a los estudios de carreteras y su siniestralidad.
- Fomentar la circulación por las vías de alta capacidad (autopistas y autovías), ya que son las más seguras, aumentar la inversión en carreteras secundarias, así como desarrollar un plan de infraestructuras separadas y protegidas en aquellas vías frecuentadas por usuarios vulnerables, sin que suponga un perjuicio para los automovilistas y motociclistas.
- Desarrollar un plan de mejora de la formación vial de todos los usuarios, incluyendo un desarrollo específico para las empresas.
- Intensificar las campañas de concienciación en prevención de accidentes, dirigida a todos los usuarios de la vía, incluyendo los vulnerables.
- Trabajar en la mejora de la convivencia vial y sin riesgos, con derechos y obligaciones.
- Mayor inversión en investigación vial, para conocer las causas de los siniestros, y definir la base de las políticas viales.
En el RACE nos ponemos a disposición de todas las instituciones.
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