«La depresión por lo regular tiene síntomas suficientemente intensos como para que le genere problemas de trabajo a una persona», explicó el psiquiatra, especialista en ciencias médicas y neurofisiología.
El experto detalló que el estrés laboral, la carga de trabajo, la presión por alcanzar los objetivos y el mal ambiente laboral, además de los tiempos de traslado entre la casa y el empleo, son factores que aumentan el riesgo de que una persona se deprima.
«Son factores que hacen que aparezca el estrés y la fatiga, y si la persona ya tenía esos síntomas, se pueden intensificar», señaló.
Rueda explicó que, generalmente, las personas perciben que no están bien en su trabajo, sienten malestar, tristeza «pero no lo relacionan con la depresión», aseguró.
El problema, dijo el experto, es que cuando las manifestaciones se hacen más notorias, se puede presentar desinterés por el trabajo, ausentismo, una baja considerable en la productividad, falta de cooperación y baja autoestima.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trabajo es beneficioso para la salud mental, sin embargo, un entorno laboral negativo puede causar problemas físicos y psíquicos.
En la última década, la depresión aumentó 18,4 % en todo el planeta, mientras que en México, 40 % de sus ciudadanos la padecen.
El psiquiatra señaló que sólo 30 % de las personas que tienen un padecimiento depresivo identifican los síntomas y acuden con un especialista.
«Además, tardan mucho en llegar a la atención, pueden ser meses o años, lo que complica el diagnóstico», aseveró el especialista.
Rueda dijo que este tipo de situaciones no son tomadas en cuenta por las empresas, e incluso los mismos afectados sienten que pueden controlar la situación «pero no se dan cuenta que tiene consecuencias importantes, les genera problemas y tienen crisis», expresó.
Dijo que, al no tratarse el problema, los síntomas se agravan y son cada vez más severos, lo que disminuye la funcionalidad de una persona.
«Estos empleados tienen variaciones del apetito, pierden o ganan peso de manera importante. Se aíslan y por ende rompen sus relaciones sociales. En casos severos pueden tener pensamientos suicidas y pueden intentar quitarse la vida», advirtió.
El experto afirmó que en muchas ocasiones las personas deben ser hospitalizadas por los síntomas que padecen y, con ello, se pierden días laborales: «La depresión está relacionada con el ausentismo laboral», expresó Rueda.
De hecho, señaló, entre el 35 y 45 % del ausentismo laboral se debe principalmente a problemas de salud mental.
Debido a ello el especialista recomendó que los empleados hagan una lista de las actividades que más les gusta realizar y traten de hacerlas durante el trabajo.
«Además, si hay una buena relación con el jefe, hay que hablar con él y decirle el problema que se está presentando. También, si el trabajo lo permite, negociar los horarios, hacer «home office» y realizar ejercicio, porque este siempre tiene impacto positivo a nivel físico y emocional», señaló.
El psiquiatra recomendó atender todas las señales que indiquen una depresión y acudir con un especialista, ya que aunque se dice que se debe separar lo personal de lo laboral, el trabajo es el lugar en donde pasamos el mayor tiempo de nuestra vida.
«Porque tener un padecimiento emocional podría llevarnos a perder el empleo, o a incapacitarnos para obtener uno nuevo», finalizó Rueda.
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