Con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra el día 7 de abril, el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE), reivindica el papel fundamental de los fisioterapeutas como profesionales sanitarios cualificados y especialistas en el tratamiento del movimiento en todos sus aspectos.
En este año 2018 la Organización Mundial de la Salud pide a los líderes mundiales que se comprometan a adoptar medidas concretas para promover la salud de todas las personas. La cobertura sanitaria universal (CSU) significa que todas las personas, en cualquier lugar, puedan tener acceso a servicios de salud esenciales y de calidad sin pasar apuros económicos y, por tanto, la Fisioterapia como profesión sanitaria debe tener una presencia apropiada en la Sanidad y un acceso suficiente para la población que lo necesita.
La utilización del movimiento y el ejercicio terapéutico con fines preventivos, de tratamiento y de mantenimiento y mejora de la calidad de vida, para diversas patologías y colectivos con necesidades concretas, es uno de los aspectos más desconocidos dentro de las competencias de los profesionales de la fisioterapia, que, sin embargo, aportan numerosos beneficios en el ámbito de la salud pública.
Los fisioterapeutas no son únicamente clínicos, sino que tiene una capacidad diagnóstica con un peso específico en el sector sanitario. La sociedad está ampliando su demanda y comienza a reconocer su papel en el impacto del movimiento, la prevención y el tratamiento, pero aún hay mucho por hacer, tanto en el ámbito académico, como en el profesional e incluso el jurídico, para afrontar el gran problema del intrusismo y evitar la colisión con otras actividades profesionales, en el campo sanitario y fuera del mismo.
El ejercicio terapéutico y el tratamiento del movimiento dirigido específicamente por fisioterapeutas profesionales aún no es aplicado de forma amplia y sistemática, a pesar de ofrecer importantes beneficios para la calidad de vida de las personas con dolencias o patologías concretas.
Como expertos en movimiento y ejercicio terapéutico, los fisioterapeutas conocen cómo mantener el cuerpo en movimiento, incluso en situaciones de enfermedad o discapacidad. La aplicación de actividad física, específica para cada paciente y situación, contribuye a prevenir y tratar el dolor, así como a mejorar las condiciones de pacientes con enfermedades cardíacas y respiratorias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, cáncer, parkinson, lesiones medulares, traumatismos, disfunciones cognitivas y otras muchas patologías.
Por otro lado, los programas de actividad terapéutica dirigida por profesionales mejoran las condiciones del envejecimiento y promueven la autonomía personal, fundamental en una situación como la actual, de paulatino envejecimiento de la población y de ampliación de la esperanza de vida.
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