Cómo nuestro cuerpo nos apoya a ser feliz en el trabajo

Las empresas se han preocupado tradicionalmente de que sus empleados fueran mas productivos. En el pasado se llegó a la conclusión de que colaboradores mas motivados, eran colaboradores mas comprometidos con su trabajo y como resultado mas efectivos. Ahora no solo los quieren motivados, sino que además los quieren felices

Por este motivo, según explica Irene Gómez González, fundadora de INFOVA, “cada vez mas empresas nos solicitan que, en la formación que impartimos, apoyemos a sus trabajadores a que aprendan a elegir ser felices. Siempre entiendo la felicidad como la percepción subjetiva de bienestar, de seguridad y confianza en uno mismo, que no debe confundirse con la euforia pasajera” mas relacionado con la alegría.

Algunos considerarán que el bienestar en el trabajo depende del sueldo, de las condiciones laborales, del horario, de las tareas a realizar…etc. Pero hay personas con puestos de gran importancia y sueldos muy elevados que son tremendamente infelices. Según explica Irene Gómez González, “independientemente de las circunstancias, cada uno de nosotros tenemos herramientas que nos pueden facilitar ser felices, y para ello uno de nuestros aliados es nuestro propio cuerpo. La postura facial que escojamos tener y los gestos que se decida hacer”. Y es que “la postura que adoptemos afecta a las emociones y los gestos que hacemos pueden hacernos sentirnos bien o arrastrarnos a todo lo contrario y hundirnos” añade.

Por este motivo, la experta explica que la primera herramienta que debemos usar en el trabajo es la sonrisa. “Los seres humanos estamos diseñados para sonreír, pero sólo el 33% de los adultos asegura hacerlo más de 30 veces al día y un 15% menos de 5 veces al día. Dato más curioso si tenemos en cuenta que los niños lo hacen una media de 400 veces al día” explica.

Cuando nos sentimos bien sonreímos, pero también sonreír hace que nos sintamos bien, esto ocurre por la denominada propiocepción, que sucede cuando los músculos dan información al cerebro sobre como estamos. “Si sonreímos aunque en principio no tengamos motivo, el cerebro liberará entonces hormonas como endorfinas y xerotonina, responsables de la felicidad”, comenta la fundadora de INFOVA. “La sonrisa además ayuda a nuestro sistema inmunológico a disminuir la presión arterial y el estrés, motivos por los que deberías poner en tu ordenador un recordatorio para hacerte sonreír” añade.

En cuanto a la postura corporal, la experta explica que las posturas cerradas, son las que adoptamos cuando estamos tristes y las abiertas cuando queremos mostrarnos y nos sentimos felices. Pero según comenta, se ha demostrado que si mantenemos posturas abiertas, durante al menos dos minutos, se produce en el cerebro la orden de que hay que sentirse bien, confiado y seguro. Posturas por lo tanto que deberíamos realizar habitualmente, pero mas en momentos en los que vayamos a tener una conversación con los compañeros, una reunión de equipos, un encuentro con el jefe…etc.

Reclinarse sobre la silla, poner los brazos sobre la mesa, sacar pecho, estirarse, levantar los brazos son gestos que podemos hacer, cuando nos sea posible, y que nos hacen tener sensaciones como bienestar, poder, confianza, seguridad…etc.

“Estas posturas además fomentan la creatividad y aumentan la testosterona, hormona de la confianza, en un 20%. También disminuyen el cortisol, responsable del miedo, del estrés, y nos hacen ser más arriesgados y que nos cueste menos tomar decisiones” afirma.