Cifras superiores a los ochenta mil millones de euros en costes asociados a bajas por estrés laboral y más de 175 millones de jornadas de trabajo perdidas. Es el resumen de los datos más importantes sobre el estrés en nuestro país, siendo una preocupación para el 76% de los empresarios en España según un informe de Nascia, especialistas en tratamientos contra el estrés.
Actualmente, el estrés es la segunda causa más común en bajas laborales. De hecho, cerca del 30% de las bajas se corresponde a la ansiedad y al estrés en el trabajo según los datos que se aportan en dicho informe.
Pero, ¿cómo afecta esto a las empresas? De dos maneras diferenciadas. Por un lado, el coste del absentismo debido a las bajas laborales por estrés supone el 30% del coste total. El otro 70% se debe a lo que las empresas dejan de ingresar ante las ausencias y bajo rendimiento de los empleados afectados por el estrés.
Pablo Muñoz, CEO de Nascia, desde su perspectiva como emprendedor indica que “en realidad para la cantidad de empresas en las que existe una preocupación tan real como ésta son muy pocas las que ponen en marcha programas contra el estrés en sus organizaciones. Hemos calculado que las pérdidas por este motivo se reducirían en un 40% y, además, en el futuro se mejoraría la productividad de forma notable. El cuidado del capital humano y la aplicación de la tecnología en este campo sale mucho más barato a la larga y es una de las mejores inversiones que se pueden hacer hoy día”
Y es que si se destacaba que tres de cada cuatro empresarios se muestran preocupados por los datos del estrés laboral en sus organizaciones, la realidad es que muy pocos apuestan por controlar este problema. Apenas un 25% de lasempresas apuestan por programas de control y eliminación del estrés. Una cifra muy pobre a tenor de las importantísimas pérdidas que se dan en los distintos sectores.
Entre las causas que más afectan al trabajador a la hora de provocar un estrés continuado y casi crónico, Nascia destaca las siguientes:
- Acumulación de tareas, además de la poca capacidad de distinguir entre la urgencia y la importancia de cada una de ellas. En ocasiones por el propio trabajador y en otras por el responsable que las asigna.
- Clima laboral. Un clima cooperativo, dialogante y motivador espantaría el estrés que produce el exceso de competitividad, individualismo y pocas oportunidades de crecimiento personal y profesional.
- Salario. La percepción negativa del salario indudablemente influye en el estrés. Cuantas más tareas realice, más tiempo necesite para terminarlas y el trabajador extienda su jornada laboral esa percepción negativa irá incrementándose.
Tratar la falta de concentración y los síntomas físicos relacionados con el estrés a través de programas individualizados supondría una notable reducción de los efectos del estrés en el trabajador. Es una alternativa más a este problema que supone hoy el absentismo laboral.
Finalmente, el informe hace referencia al impacto económico que tiene de forma general las bajas asociadas al estrés y la ansiedad en España. Los ochenta mil millones de referencia suponen más del 7% del PIB de nuestro país. Unas cifras sobre las que reflexionar.
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