Dejar todo anotado en un post-it y llenar toda la mesa de estas pegatinas de colores no es práctico ni productivo. Puede ser un buen método para anotar aquel recado que te dieron apresuradamente o para apuntar un número de teléfono de forma momentánea, pero conservar toda la información del día a día de tu trabajo en un post-it es una técnica que deberías empezar a abandonar.
Sin embargo, la vuelta a la rutina puede originar elevados niveles de estrés que tiene como consecuencia la falta de claridad mental y la pérdida de memoria. Esto ocurre a menudo a la vuelta al trabajo, cuando ese cambio brusco de pasar de estar en vacaciones a una jornada diaria de ocho horas de trabajo, genera una sensación de estrés importante en una gran parte de trabajadores y empresarios.
Existen estudios que han demostrado que el cortisol, una hormona liberada por nuestro organismo como respuesta a situaciones de estrés, puede provocar la pérdida de memoria. Esta es la explicación fisiológica de por qué cuando volvemos de vacaciones no somos capaces de retener datos tan sencillos como el nombre de la persona que nos llamó hace cinco minutos, el número de copias que teníamos que hacer de un determinado informe o qué estábamos haciendo antes de atender una llamada. Esta es la explicación de por qué recurrimos constantemente a los post-it.
Para ello, la empresa catalana Memoria Ágil, junto alnueve veces campeón mundial de memoria rápida, Ramón Campayo, ha desarrollado un método para entrenar la memoria que te permitirá deshacerte de estos fosforitos enemigos del orden y la memoria, así como aumentar la atención y concentración además de mejorar la memoria tanto a corto como a largo plazo.
“Despertar tu cerebro previene enfermedades mentales y, además, te ayudará a no necesitar tener apuntando todo en un block de notas o post-it”, explica Johannes Waldow, CEO de Memoria Agil.
El primer paso para conseguir una “memoria de elefante” es comprender a nuestra mente. “Saber cómo funciona nuestro cerebro es fundamental para hacerlo más productivo”, afirma Waldow. Y es que antes de aprender a memorizar y a retener información, debemos educarnos para estar concentrados y atentos. “Sólo de esta forma conseguiremos procesar la información y almacenarla en nuestro cerebro”, subraya.
Las bases del funcionamiento de nuestro cerebro, consejos sobre cómo cuidarlo en términos de alimentación o técnicas para afrontar las preocupaciones, son algunos de los contenidos del programa de Memoria Agil, un curso de valor útil y educacional que puede implementarse en cualquier faceta de nuestra vida diaria: en el trabajo, en el hogar, en nuestra formación, etc.
Precisamente las preocupaciones y el estrés derivados del síndrome posvacacional pueden influir negativamente en el desarrollo de nuestra capacidad de memorización. De ahí que aprender a afrontarlas sea fundamental en el proceso de mejora de la memoria.
“Si estamos muy preocupados, sufrimos ansiedad o algún otro trastorno emocional, estamos impidiendo a nuestro cerebro a retener datos e información relevante para el desarrollo de nuestro trabajo o de nuestro aprendizaje”, explica el CEO de Memoria Ágil.
Además el hecho de cumplir con unas exigencias en el puesto de trabajo, a entregar a tiempo un determinado informe o la multitarea puede desembocar en un estado de estrés crónico o en el síndrome de desgaste profesional o también conocido como ‘burnout’.
El programa Memoria Ágil tiene como objetivo ayudar a afrontar la avalancha de información a la que los ciudadanos se enfrentan cada día, mejorar la memoria y el rendimiento para convertirnos en personas más eficaces que puedan economizar su tiempo o enfrentarse a retos mentales.
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