La sede central de Ayesa, situada en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja, es ya un espacio cardioprotegido. Las instalaciones cuentan desde el martes 26 de Julio con un Desfibrilador Externo Semi-Automático (DESA), implantado por Fundación SSG y homologado para su uso de acuerdo a la legislación vigente. Junto con la entrega del desfibrilador, Fundación SSG ha procedido a formar específicamente en Soporte Vital Básico (SVB)+DESA a parte de su personal laboral, todos miembros del equipo de emergencias.
La importancia de contar con un desfibrilador, así como de personal para su uso, es de vital importancia en una empresa. Este dispositivo es capaz de analizar el ritmo cardíaco, identificar cualquier anomalía que pudiera resultar mortal en caso de no revertirse y administrar una descarga eléctrica con el fin de restablecer el ritmo viable con altos niveles de seguridad.
Ser capaces de actuar ante una parada cardíaca en el primer o segundo minuto tras haber ocurrido, y además poder suministrar una descarga eléctrica, permite alcanzar una probabilidad de supervivencia cercana al 90%. En este sentido, el uso del desfibrilador se torna fundamental, dado que las posibilidades que tiene una persona de sobrevivir tras ser víctima de una parada cardíaca repentina van reduciéndose cada minuto que pasa.
Con esta adquisición, inicitativa del Servicio de Prevención de Ayesa en colaboración con Fundación SSG, “hemos querido sensibilizarnos ante una demanda social y que los empleados se sientan más seguros ante cualquier emergencia que pueda surgir tras una parada cardíaca repentina”, explica el director general de Ayesa , Germán del Real.
Los accidentes cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en occidente, estimando que en España anualmente mueren 30.000 personas por este motivo.
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