Las temperaturas registran sus cifras más altas en la mayoría de regiones de España, y se prevé que los termómetros se mantengan disparados el resto de la temporada estival. Todos sufrimos las consecuencias del calor y las altas temperaturas, especialmente los niños, las personas mayores y los pacientes crónicos, quienes se muestran más vulnerables frente a temperaturas más extremas. En este sentido, es importante tener en cuenta las recomendaciones de los expertos, para conseguir mantener hábitos de vida saludables y que el calor nos afecte lo mínimo posible en nuestra vida cotidiana.
El Instituto DKV de la Vida Saludable ofrece una serie de consejos preventivos y prácticos para minimizar los efectos del calor y que podamos disfrutar de nuestras vacaciones de verano de una manera saludable. Proteger la piel del sol, mantenernos hidratados, cuidar la alimentación y protegernos frente a infecciones veraniegas son algunas de las recomendaciones a tener en cuenta. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que la sensación de sueño, o el cansancio prolongado pueden ser señales de una bajada de tensión o de un golpe de calor. En caso de sufrirlos, debemos consultarlo con un médico.
- Cuide su piel de los rayos del sol. En todas las edades, pero especialmente entre los bebés y niños, cuya piel es más sensible, es muy importante evitar la exposición a los rayos del sol durante las horas centrales del día, cuando éstos tienen su máxima intensidad. Durante las horas de exposición, es imprescindible la aplicación de protector solar de un factor adecuado a la edad y el tipo de piel. También es aconsejable utilizar gafas de sol y sombreros para proteger la vista y la cabeza, sobre todo entre los más pequeños.
- Beba agua abundante para mantenerse correctamente hidratado. Según la recomendación de los expertos, se deben beber unos dos litros de agua al día en adultos para la buena hidratación en temporadas calurosas. La hidratación es especialmente importante en el caso de los niños y las personas mayores, puesto que se muestran más delicados ante las altas temperaturas. En su caso, también se recomienda la ingesta de bebidas isotónicas para la recuperación de las sales minerales.
- Evite las infecciones veraniegas y los resfriados. Durante esta época del año, en la que se frecuentan más las piscinas y la playa, estamos expuestos a infecciones de oído (otitis), hongos o resfriados de verano. Los expertos recomiendan contar siempre con bañadores secos de recambio, secarse bien después de bañarnos y no permanecer mucho tiempo con el bañador húmedo. Además, se debe mantener la higiene personal diaria con un mayor cuidado.
- Cuide su alimentación. Para mantener una alimentación saludable durante la época estival, es aconsejable incrementar la ingesta de frutas y verduras, evitando las comidas copiosas. Durante el verano se multiplican las intoxicaciones alimentarias debido al consumo de alimentos en mal estado, que afectan en mayor medida a niños y mayores. Para prevenirlas, se recomienda lavar bien los alimentos frescos antes de su ingesta, mantener los productos refrigerados a una temperatura adecuada, evitar comida cruda y mantener la higiene lavándonos las manos antes de comer o manipular alimentos.
- Practique ejercicio moderado y adaptado a la temperatura. El ejercicio físico, junto con la buena alimentación y el descanso, son los pilares básicos de la vida saludable. Sin embargo, su práctica se debe controlar durante la temporada de verano. Se aconseja practicar ejercicio moderado, evitando las horas centrales del día. La hora ideal es por la mañana antes de las 12 o cuando cae la tarde, hidratándonos correctamente y evitando la exposición directa al sol.
- Protéjase frente a las picaduras de mosquito u otros insectos. Este tipo de insectos aparecen durante el verano, sobre todo en zonas húmedas y calurosas. Para prevenir sus picaduras, se recomienda la aplicación de lociones “anti mosquitos”, así como la utilización de mosquiteras o dispositivos electrónicos que los repelen. Por otra parte, una vez tenemos picaduras debemos evitar rascarnos y aplicar los tratamientos adecuados en cada caso (pomadas e incluso antihistamínicos en el caso de reacción alérgica), según recomiende el profesional sanitario.
En caso de estar encamado por enfermedad o por edad, el sistema de control de temperatura por el sudor no funciona eficazmente, por lo que hay que vigilar que la persona encamada no permanezca muy tapada y, refrescarle la piel de las extremidades cada hora con un paño húmedo para simular sudor.
Si estás interesado en abordar las recomendaciones que ofrece el Instituto DKV te ofrecemos una entrevista con el Dr. Ferran L. Tognetta, director médico de e-health de DKV Seguros.
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