Investigadores de la Universidad de Zurich han descubierto cómo el estrés, incluso en pequeño grado, puede modificar el cerebro y sabotear el autocontrol de las personas, según un estudio que publica este miércoles la revista ‘Neuron’.
Los investigadores situaron a varios voluntarios en un escenario en el que debían elegir alimentos similares para analizar cómo el estrés puede alterar el cerebro afectando el autocontrol cuando tenemos que hacer una elección.
«Nuestros resultados proporcionan un paso importante hacia la comprensión de las interacciones entre el estrés y el autocontrol en el cerebro humano, observando los efectos de la tensión en el funcionamiento de múltiples vías neuronales», explica la autora principal del estudio, Silvia Maier, del laboratorio de Investigación de Sistemas Sociales y Neuronales de la Universidad de Zurich.
«Las habilidades de autocontrol son sensibles a perturbaciones en varios puntos de esta red, por lo que un autocontrol óptimo requiere un equilibrio preciso de las aportaciones desde múltiples regiones del cerebro y no sólo un simple interruptor de apagado y encendido», ha señalado, para hacer hincapié que queda mucho trabajo para entender completamente los mecanismos implicados en este proceso.
Para este estudio, 29 participantes se sometieron a un conocido tratamiento para inducir estrés moderado en el laboratorio antes de que se les pidiera que eligieran entre dos opciones de comida. Para ello, eran observados y evaluados por el investigador mientras sumergían una mano en un baño de agua helada durante 3 minutos, antes de elegir entre las opciones de comida. Otros 22 participantes no se sometieron a este tratamiento.
Todos los participantes en la investigación estaban haciendo un esfuerzo por mantener un estilo de vida saludable, por lo que el estudio les suponía un conflicto al hacerles elegir entre de un alimento muy sabroso pero poco saludable y otro saludable, pero menos sabroso.
Los científicos descubrieron que cuando las personas eligieron entre diferentes opciones de comida después de haber experimentado el tratamiento estresante del baño de hielo eran más propensos a elegir un alimento poco saludable en comparación con personas que no estaban estresados.
Los efectos del estrés también eran visibles en el cerebro. El cerebro de los participantes mostraron patrones alterados de la conectividad entre regiones, incluyendo la amígdala, el cuerpo estriado y el cortex prefrontal, reduciendo fundamentalmente su capacidad para ejercer el autocontrol sobre la elección de alimentos. Algunos de estos cambios se asociaron con el cortisol, la hormona comúnmente ligada al estrés.
Los investigadores creen que estos resultados indican que incluso niveles moderados de estrés pueden afectar al autocontrol. «Esto es importante porque los factores de estrés moderados son más comunes que los eventos extremos y, por lo tanto, van a influir en el autocontrol con más frecuencia y en mayor número de personas», dice el autor principal Todd Hare.
A su juicio, «una vía interesante para futuras investigaciones pasará por determinar si algunos de los factores que protegen contra los cambios estructurales del cerebro después de una situación estrés fuerte, como el ejercicio y el apoyo social, también puede amortiguar los efectos del estrés moderado en la toma de decisiones».
También registraron grandes variaciones de respuesta en el grado entre los participantes, por lo que consideran que también será importante investigar por qué algunas personas son más resistentes que otras al estrés.
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