En pleno ‘Barrio Europeo’ de Bruselas abre sus puertas el «Bar siesta». En él se puede disfrutar, a cualquier hora del día, de unos minutos de desconexión, escogiendo incluso entre seis tipos de cama.
Los probados beneficios de la siesta han inspirado un innovador negocio a dos jóvenes emprendedores belgas, que el pasado viernes inauguraron el primer bar de siestas de toda Bélgica. Los precios oscilan entre los 7 y los 15 euros.
La idea, que funciona ya en países como Japón o Francia, es ofrecer a funcionarios y otros profesionales que trabajan en los alrededores la posibilidad de echar una cabezadita o descansar durante unos minutos a lo largo del día, en un espacio que invita al bienestar y la relajación.
Najat Bouzalmad, fundadora del negocio junto con Gaëtan Oversacq, asegura que buscó ideas en torno al concepto de un espacio de relajación y descubrió que tanto en París, Lyon y Toulouse como en distintas ciudades japonesas hay desde hace un tiempo establecimientos que ofrecen al cliente la posibilidad de dormir o descansar un rato durante la jornada. De aquella reflexión nació Pauz (de pause, pausa en francés).
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