Los mayores que se encuentran solos, los niños hospitalizados y los adolescentes enfermos de cáncer serán quienes más se beneficiarán del esfuerzo y la ilusión de los 150 empleados de Celgene que, a lo largo de este año, participarán en las actividades del primer plan de RSC que pone en marcha la compañía. Pasarán tiempo con personas mayores que necesitan compañía, contarán cuentos frente a un jurado compuesto por menores ingresados en hospitales, enseñarán a adolescentes con cáncer talleres de dibujo, pintura o música, y tratarán de amenizar la estancia de los niños en centros hospitalarios junto con los Doctores Sonrisa de la Fundación Theodora. Todo ello, junto con actividades de cuidado del medio ambiente y de promoción del deporte.
Los empleados de la compañía farmacéutica Celgene mostrarán así su lado más solidario a través de esta una iniciativa que engloba numerosas actividades a lo largo de 2014 y en la que las personas que forman parte de la empresa dedicarán su tiempo a ayudar a personas que lo necesitan. Y lo harán con la colaboración de cuatro organizaciones sin ánimo de lucro: la Fundación Theodora, la Fundación Aladina, la Fundación Amigos de los Mayores y la Fundación Adapta`2´.
“Este primer plan de Responsabilidad Social Corporativa de Celgene nace de la necesidad que los propios empleados han creado con sus iniciativas individuales. Ahora, hemos unificado bajo “We Care. Because we are Celgene” toda esa energía y voluntad para trabajar juntos y como compañía por una sociedad mejor”, explica Marta Moreno, Directora de Acceso al Mercado y Regulatorio de Celgene. Moreno asegura que lo fundamental es que “cada uno de nosotros ha asumido la responsabilidad como una parte más de su perfil profesional”, y que esta campaña “refleja la cultura corporativa de Celgene de excelencia, compromiso y valor para afrontar nuestros retos”.
Para el experto en Responsabilidad Social Corporativa (RSC) Juan Alfaro, secretario general del Club de Excelencia en Sostenibilidad, es fundamental que los empleados se involucren y “que puedan prestar su ayuda en los proyectos que sean más afines al conjunto de valores que tenga cada uno”. Según apunta Alfaro, “la principal particularidad de la empresa farmacéutica es que los productos, servicios y soluciones que pone en el mercado son para evitar enfermedades o para contribuir a la mejora de la humanidad. Todos estos componentes tienen ya, de por sí, un atributo de responsabilidad: contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas”.
Un plan para la ilusión y contra la soledad
Entre las actividades solidarias que se llevarán a cabo, los empleados de Celgene participarán en un concurso solidario de Cuenta Cuentos organizado por la Fundación Theodora (www.theodora.org) que tendrá lugar en distintos hospitales de toda España. La final de este concurso será desarrollada en el hospital y el ganador será elegido por un jurado compuesto por los propios niños. Asimismo, el Comité de Dirección de Celgene también aportará su grano de arena en esta campaña, encargándose de decorar uno de los pasillos del Hospital Vall d´Hebron durante la época de Navidad. Estás acciones también estarán acompañadas por diferentes iniciativas de sensibilización desarrolladas por los Doctores Sonrisa y dirigidas a los empleados de Celgene en el hospital, participando así en el segundo objetivo de la Fundación Theodora: sensibilizar a la sociedad sobre el derecho a la humanización hospitalaria en la infancia.
Otra de las iniciativas tiene como destinatarios a los niños y adolescentes ingresados en la Unidad de Oncología a los que atiende a diario la Fundación Aladina (www.aladina.org), que disfrutarán de diferentes talleres : dibujo, música, teatro, etc, de la mano de los empleados de Celgene. El objetivo de la Fundación Aladina es proporcionar apoyo integral: material, psicológico y emocional, a niños y adolescentes enfermos de cáncer y sus familias, utilizando entre otros métodos, las terapias lúdicas como herramienta para mejorar la calida de vida de los niños durante los ingresos hospitalarios.
Juan Alfaro defiende la implantación de este tipo de iniciativas que integran los aspectos sociales y ambientales en la compañía. “Estamos viendo cada día más que las empresas adquieren compromisos que van más allá de lo legal en aspectos sociales y ambientales”, apunta Alfaro. El experto asegura que “con la crisis, se han dejado de hacer actividades “decorativas” para hacer actividades corporativas sobre la base de la voluntariedad”, y que además suelen estar “alineadas” con la esencia de la compañía.
Además, con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, que se celebra el 1 octubre, los empleados de Celgene acompañarán a personas mayores durante una tarde o en una excursión programada. Esta actividad tendrá lugar con el apoyo de la Fundación Amigos de los Mayores de Madrid (www.amigosdelosmayores.org), una organización de voluntariado cuyo objetivo es paliar la soledad, el aislamiento y las carencias afectivas de las personas mayores que viven solas a través de la puesta en marcha de diferentes actividades de acompañamiento y del trabajo voluntario.
Celgene tiene previsto también crear un equipo de atletismo patrocinado por la compañía y compuesto por empleados, que participarán en la Carrera de la Mujer y en la Carrera del Medio Ambiente. En función de los kilómetros totales recorridos, la compañía realizará una donación a la Fundación Adapta`2´, una organización que promueve el deporte para evitar el deterioro físico de las personas con discapacidad.
Por último, como forma de concienciar acerca de la importancia de cuidar el medio ambiente, la compañía medirá la emisión de CO2 que expulsa a la atmósfera la flota de Celgene y, en base a esta medición, se plantará el número de árboles necesarios para contrarrestar esta emisión.
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