Los desplazamientos laborales representan un tercio del total de trayectos efectuados cada año en España. Fomentar el transporte sostenible entre los empleados traería muchas ventajas a las empresas y una fuente de negocio y beneficios a varios sectores de la economía. Centrándose en la bicicleta, se estima que un aumento de su uso de un 20% de la población supondría una inyección económica de 500 millones de euros para España.
GrassRoots, empresa que ofrece servicios pensados para inspirar y motivar a las personas, ha presentado en el Ministerio de Hacienda de Madrid un “Manifiesto a favor del uso de la bicicleta como retribución flexible”. Esta iniciativa solicita un cambio en el marco legal para que la fiscalidad de la compra de estos vehículos sostenibles pueda incluirse como beneficios de retribución flexible para los trabajadores de las empresas.
Este modelo puede constituir un pilar de la estrategia en Responsabilidad Social Corporativa de las compañías, apoyando hábitos más saludables y más respetuosos del medio ambiente entre los empleados. Unos cambios que no implican inversión por parte de las empresas y que pueden suponer mejoras importantes en la vida cotidiana y salud de los empleados.
Países de nuestro entorno europeo ya han puesto en marcha iniciativas parecidas y alcanzado resultados muy positivos. En el Reino Unido, donde GrassRoots está ofreciendo este servicio para empresas desde hace más de 8 años, participan 34.000 empresas con 430.000 empleados. La iniciativa ha recibido un fuerte apoyo por parte de los empleados y ha cambiado sus hábitos de forma positiva ya que 61% de ellos no iban en bici al trabajo antes. Este modelo ha dado un impulso importante a la industria de la bicicleta: un 25% de las ventas de bicis corresponden a esa iniciativa. Además, la práctica diaria de ejercicio físico ha influido positivamente en la salud de los trabajadores. Las empresas apuntadas al programa han registrado una reducción del 25% del absentismo laboral lo que supone un ahorro de 155 millones de euros al año para estas compañías y de más de mil millones de euros para el sistema sanitario inglés.
Según José María Goerlich Peset, Catedrático en Derecho del Trabajo de la Universitat de Valencia, “mejorar la movilidad laboral es influir positivamente en la economía de todo el país. Los desplazamientos diarios de los empleados hasta su lugar de trabajo representan un coste muchas veces subestimado. El transporte tiene repercusiones en muchos aspectos de la vida de una persona y medidas innovadoras para hacerlo más corto, barato y sano son claves para las empresas. Incluir el uso de transporte sostenible dentro de la retribución flexible es una de ellas”.
“Desde GrassRoots creemos en las oportunidades económicas que pueden traer mejoras en la vida cotidiana de los empleados. Que las empresas fomenten la movilidad sostenible entre sus trabajadores es, sin duda, beneficiosopara ellas porque no solamente eviten emisiones sino también van a tener empleados más sanos físicamente y mentalmente. Los resultados lo respaldan en varios países y España no debería ser la excepción en Europa”, explica Mar García, directora general de GrassRoots España.
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