Los ministros ecuatorianos de Trabajo, Galo Chiriboga, y de Salud, Guillermo Wagner han firmado un acuerdo que impedirá que ningún trabajador pueda ser discriminado laboralmente o despedido por su estado de salud o porque padezca VIH/sida, según recoge la prensa local de Ecuador.
Con este acuerdo ministerial se pretende garantizar el principio de no discriminación recogido en la Constitución de Ecuador y en el Convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Asimismo, se prohíbe solicitar las pruebas de detección del citado virús como requisito para obtener y conservar un empleo, tanto en empresas e instituciones privadas, como públicas, nacionales o extranjeras, ya que la prueba deberá ser siempre voluntaria.
En Ecuador, el 76,6% de las nuevas infecciones con este virus se producen en personas de entre 15 y 39 años, por lo que el ministro de Salud señaló que «es necesario emprender medidas para defender a la población adolescente, principalmente la femenina».
Por otro lado, el acuerdo indica que las personas que hayan desarrollado el VIH y, como consecuencia de dicha enfermedad ya no puedan desarrollar con normalidad sus actividades laborales, el responsable o director de la compañía deberá tramitar la jubilación por invalidez absoluta o permanente.
Así, el ministro de Trabajo explicó que las empresas que incumplan este acuerdo, que cuenta con el apoyo de la embajada de los Países Bajos y del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH, estarán sometidas a sanciones, incluyendo la indemnización al trabajador y un juicio a la empresa.
Al acto de firma de este acuerdo acudieron también el embajador de Holanda, Frans Bijvoet, la coordinadora del grupo temático ONUSIDA, y la diputada Mirian Garcés, integrante de la Comisión de Salud de la provincia ecuatoriana de Pichincha.
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