El promotor de la iniciativa ‘Responsabilidad Global’, Josep María Canyelles, destaca la necesidad de que las Administraciones públicas desarrollen «líneas equivalentes» a las de la empresa privada que le permitan «mejorar el diálogo con el entorno, ganar nuevas legitimidades, afinar el impacto y la eficiencia, fundamentar el desarrollo de sus Recursos Humanos» y avanzar hacia lo que llama «los Territorios socialmente Responsables».
Durante su intervención ayer en el marco de la Jornada de ‘Responsabilidad Social de las Administraciones Públicas’ organizada por la Asociación Catalana de Municipios (ACM), conjuntamente con el think tank ‘Responsabilidad Global’, Canyelles lanzó dos propuestas para los Ayuntamientos que quieran avanzar en materia de RSC (o RSA).
La primera se refirió al destino social de los ingresos por multas «para evitar la percepción ciudadana de que éstas puedan tener sólo un uso recaudatorio», mientras que la segunda, estuvo encarada hacia los trabajadores públicos, haciendo referencia al voluntariado de empresa aplicado a las corporaciones locales, en la línea de la promoción de la implicación social que algunas empresas están haciendo entre sus trabajadores como muestra de sensibilidad, pero también como estrategia de desarrollo y gestión del cambio en los Recursos Humanos.
Tras su ponencia intervino el diputado de CiU y miembro de la Subcomisión de fomento de la RSC en el Congreso de los Diputados, Carles Campuzano, que apeló a la importancia que tendría el hecho que la Administración pública «implicara directamente al sector privado en los grandes retos en el marco de su responsabilidad social».
«La RSE es una oportunidad para hacer una nueva sociedad mejor», dijo, enumerando ventajas como el aumento de la esperanza de vida, la integración de la inmigración, la transformación de la familia, la individualización, la preocupación por el Medio Ambiente o la lucha contra la explotación infantil. «Si queremos hacer sostenible esta sociedad, debemos reclamar de las empresas la implicación en esta problemática», agregó.
Más de un centenar de participantes asistieron ayer miércoles a este Encuentro que tuvo como escenario el hotel NH Calderón de Barcelona. Según informa la propia organización, sus resultados fueron «muy positivos», tanto por el alto número de asistentes como por la gran relevancia de los ponentes que intervinieron.
El ex-presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, fue el encargado de inaugurar la Jornada acompañado del presidente de la ACM, Joan Maria Roig y Josep Maria Canyelles.
Pujol se refirió en esta apertura a la actual situación de «paradoja» entre el sector privado, –dónde las estrategias de RSC han ido adquiriendo un protagonismo cada vez más relevante–, y la carencia de debate que este enfoque ha suscitado en el ámbito de la Administración pública.
En este mismo aspecto coincidieron Roig y Canyelles, que destacaron la importancia de organizar eventos como esta Jornada que permitan «mejorar el conocimiento de los entes locales alrededor sobre el tema de la RSC».
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