La petrolera Royal Dutch Shell y el Instituto Danés para los Derechos Humanos (DIHR) han desarrollado un sistema de análisis para detectar el compromiso de las empresas de la compañía que operan en todo el mundo en relación a los Derechos Humanos.
Según recoge hoy el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD,) sus filiales de Sudáfrica y Omán han sido las primeras en aplicar este Sistema de Evaluación de Conformidad con los Derechos
Humanos (HRCA por sus siglas en inglés) que ha resultado ser, según la empresa, «una herramienta capaz de detectar aquello que concierne a los Derechos Humanos».
Para la petrolera, la dificultad estriba en «lograr un sistema flexible, fácil de aplicar y adaptable a la variedad de cuestiones que plantean los Derechos Humanos».
El HRCA consiste en 350 cuestiones y 1.000 indicadores de evaluación «aplicables a las áreas específicas en las que opera la compañía», explicaron. La empresa parte de cuestiones como si el sistema identifica las violaciones potenciales de Derechos Humanos, si es de fácil aplicación para el personal no especializado o si se integrará adecuadamente en Shell.
El test aplicado en Suráfrica demostró que la herramienta «funciona bien y es altamente beneficiosa», apuntó Shell. A partir de la experiencia, en Omán la petrolera elaboró un sistema basado en las necesidades particulares de la empresa escalonado en seis fases.
Primero se analizó el riesgo de los Derechos Humanos en el país. Con los resultados, se identificaron las mejores áreas para los contratistas y se seleccionaron las preguntas idóneas para el caso concreto.
Shell utilizó los resultados para elaborar un análisis DOFA (Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas) que identificara «los puntos fuertes y las debilidades» para que las empresas de los diferentes países «puedan evaluar el estado de los Derechos Humanos en su entorno», explican.
En concreto, la combinación del HRCA con un análisis del riesgo del país, «permitió reducir el número de preguntas a 48», en el caso concreto de Omán, y el DOFA proporcinó «una evaluación global clara de los Derechos Humanos».
Este estudio de los casos en cada país tiene también como finalidad crear valor y reputación a la empresa y dar a conocer los Principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas relacionados con los Derechos Humanos. También proporciona un catálogo de instrumentos disponibles y directrices de puesta en práctica para las empresas en relación con estos Principios del Global Compact.
El siguiente paso en el desarrollo de este sistema de análisis de Derechos Humanos de Shell será un análisis global de toda la política a nivel internacional del Grupo para que cualquier irregularidad pueda ser detectada y con la finalidad de establecer una política de Derechos Humanos para todas las empresas de la compañía.
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