El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, calificó ayer la Ley de Dependencia, cuyo proyecto se aprobó el pasado viernes en Consejo de Ministros, como la «más ambiciosa» de los últimos años en España.
Caldera, que presentaba ayer en Córdoba esta nueva Ley, informó de que actualmente hay algo más de un millón de personas en situación de dependencia, pero en el futuro serán varios millones, por lo que a partir de ahora «se garantizará un nuevo derecho a los españoles, constituyendo esta Ley un nuevo pilar del estado del bienestar».
Por eso, el ministro afirmó que se trata de una norma que «se anticipa al futuro, que es necesaria para la sociedad española y por eso me encuentro orgulloso de haber podido impulsarla» porque, según dijo, la idea es que sea una Ley «hecha y dirigida a todos» mostrando así su confianza en alcanzar un consenso «lo más amplio posible» en su aprobación en el Parlamento.
La Ley entrará en vigor el 1 de enero de 2007 pero, según adelantó el ministro, se necesitarán ocho años para su despliegue completo, «comenzando en primer lugar con las personas grandes dependientes que necesitan ayuda permanente de un cuidador durante todo el día».
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