Un 69,7 por ciento de las empresas de la Comunidad de Madrid no aplica políticas de flexibilidad horaria. El trabajo a tiempo parcial sólo se da en un 39,4 por ciento de ellas y la jornada reducida, menos horas con sueldo proporcionalmente más bajo, en el 37,4 por ciento.
El trabajo a distancia y el ‘teledespacho’, en el que se facilita al empleado un ordenador o la infraestructura necesaria para que trabaje desde su domicilio, sólo están extendido en un 10,9 y un 10,3 por ciento de las compañías, respectivamente.
Además, sólo un 6 por ciento de las empresas ofrece a su plantilla servicios de cuidado de niños pequeños y el 3,9 por ciento, para ocuparse de personas mayores dependientes. Esta es la realidad laboral que se desprende de una encuesta realizada por Sigma Dos para evaluar el grado de implantación de medidas que permitan conciliar el trabajo con la vida personal.
En total, se ha entrevistado a los responsables de Recursos Humanos de 2.400 empresas de la región de distintos tamaños y sectores. El sondeo, realizado entre octubre y principios de diciembre de 2005, fue presentado ayer en rueda de prensa por el consejero de Empleo y Mujer, Juan José Güemes, y el secretario general de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), Alejandro Couceiro.
Otros indicadores incluidos en el informe, que dejan algo mejor a las empresas madrileñas en cuestiones de conciliación, se refieren a permisos y excedencias. En este apartado, un 57 por ciento de las empresas son flexibles, al conceder excedencias para el cuidado de familiares (hijos en edad preescolar, enfermos o personas mayores a su cargo) y el porcentaje se eleva hasta el 86,7 por ciento cuando se trata de poder coger fácilmente uno o más días de permiso a cuenta de sus vacaciones.
También parece bastante extendida, en un 81,8 por ciento de la muestra, el desarrollo de cursos de formación para mejorar las aptitudes de los trabajadores en áreas relacionadas con su puesto de trabajo.
La encuesta revela que, en general, en cuestiones de horario y permisos, el más conciliador es el segmento de empresas que tienen 200 o más empleados, mientras que en cuestiones como el trabajo a distancia o ‘teledespacho’ es el sector el que marca la diferencia, siendo los de comunicaciones, intermediación financiera, actividades inmobiliarias y servicios los que más facilidades dan.
Tras destacar el carácter «pionero en España» de este sondeo, el consejero de Empleo y Mujer concluyó que «queda mucho por hacer» en este ámbito, pero opinó que los empresarios madrileños van tomando conciencia de que «facilitar la conciliación y mejorar la flexibilidad» es, aparte de una cuestión de Responsabilidad Social Corporativa y de favorecer la calidad de vida, algo «imprescindible para atraer y retener talento».
En su opinión, «las empresas están dando pasos de gigante» en este campo, porque se ven en la «necesidad» de adaptar la organización del trabajo y la gestión de los recursos humanos a la nueva realidad social. En este punto advirtió la masiva incorporación femenina al mercado laboral, que se ha operado en menos de una década, lo que lleva a que en «una amplísima mayoría» de los hogares madrileños trabajen los dos cabezas de familia, con hijos u otros familiares a su cargo.
Para Güemes, el «problema de origen» está en el esquema de organización del trabajo en casa y del reparto de las responsabilidades domésticas, tareas que «mayoritariamente» -advirtió- recaen sobre la mujer, «lastrando» así la carrera profesional de «muchísimas de ellas».
A pesar de ello, el responsable regional se mostró optimista y auguró que en los próximos años las medidas de flexibilidad laboral se extenderán. De hecho, la encuesta de Sigma Dos recoge que el 45 por ciento de las empresas tiene previsto ampliarlas al mayor número posible de trabajadores y que el 49 por ciento, aunque en la actualidad no aplica ninguna, tiene previsto hacerlo.
En la misma línea, el secretario general de la patronal madrileña declaró que los empresarios de la región «han descubierto» que la conciliación de la vida familiar y laboral es «una estrategia de competitividad».
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