En el marco del Décimo Congreso Internacional de Obesidad, que se celebra en Sydney, Australia, la nutricionista e investigadora danesa, Berit Heitmann dijo que “ser obesa y mujer es realmente problemático”. Y esto es verdad, ya que se ha comprobado que la pandemia de la obesidad afecta mucho más a las mujeres que a los hombres, pues aparte de poner en riesgo su salud, causa daños psicológicos.
Según los datos revelados por un reciente estudio finlandés, las mujeres obesas sufren mayor discriminación laboral y ganan menos, no sólo comparadas con los hombres sino también con otras féminas de peso normal y con hombres obesos con educación o trabajos similares.
La mayoría de las mujeres que sufren obesidad ven afectadas sus relaciones íntimas y les cuesta más trabajo hacer amistades, además son objeto de burla, principalmente de los hombres. Y para hacer más pesada la carga, estas mujeres corren el doble riesgo de sufrir diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas que los hombres que poseen la misma masa corporal, “el riesgo para un hombre de desarrollar una diabetes tipo 2 es el 50% del riesgo que corre una mujer obesa”, informó la investigadora danesa.
Para una mujer obesa es mucho más difícil encontrar trabajo, pareja, ropa, buenos salarios, y, sobre todo, respeto.
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