El Gobierno valenciano, a través de la Conselleria de Economía, Hacienda y Empleo, ha decidido incrementar las ayudas para las empresas de todos los sectores de la Comunidad Valenciana que fomenten la igualdad de oportunidades, potencien la conciliación de la vida familiar y laboral y posibiliten el acceso y el mantenimiento de la mujer en el mercado laboral. El Consell aprobó la pasada semana un decreto para la promoción del empleo estable en la Comunidad Valenciana basado en la revisión del Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo para el período 2001-2006.
El objetivo de este acuerdo es 'realizar una política orientada al pleno empleo'. El Consell sienta las bases para las convocatorias anuales de ayudas dirigidas al fomento del empleo estable en las tres provincias valencianas, en especial entre los colectivos con mayores dificultades de acceso al empleo estable.
A saber; mujeres, jóvenes, desempleados de larga duración, mayores de 45 años, personas afectadas por algún tipo de discapacidad, beneficiarios de la renta de ciudadanía, personas en riesgo de exclusión social e inmigrantes.
La Conselleria de Economía traza las líneas generales de su política de empleo para el próximo año, cuyo objetivo básico es continuar aumentando la tasa de empleo, así como la estabilidad del que se crea. Además, otro fin básico es 'seguir creando puestos laborales como modo de seguir avanzando hacia la sociedad del pleno empleo', según explican fuentes de la Conselleria que dirige Gerardo Camps.
El capítulo prioritario para el Gobierno valenciano, dentro de los colectivos más desfavorecidos para el empleo, es el de las mujeres. 'La idea es aplicar una discriminación positiva que implicará un importe superior en la cuantía de las ayudas a la contratación de este colectivo', dicen.
Además, como medidas específicas se fija el apoyo con mayores ayudas a la contratación en sectores de actividad en los que la mujer se encuentra subrepresentada, a la contratación de mujeres en situaciones especiales como mujeres víctimas de violencia de género, con discapacidad y otras que se reincorporen al mercado laboral.
Las mayores cuantías de las ayudas serán para las empresas que acrediten la puesta en marcha de planes de igualdad de oportunidades o la aplicación de medidas que faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral, en especial las que posibiliten el acceso y el mantenimiento de las mujeres en el mercado laboral de las tres provincias valencianas.
El plan del Consell para la promoción del empleo estable en la Comunidad Valenciana también incluye un capítulo para los jóvenes: 'Teniendo en cuenta que el principal obstáculo para el acceso al empleo es la falta de experiencia laboral, la Generalitat hará un esfuerzo con las contrataciones que posibiliten la formación en el puesto laboral y la futura estabilidad en el empleo al mismo tiempo', explican.
Este plan estable surge con vocación de consolidar el que aprobó el Gobierno central, en colaboración con los agentes sociales, y que entró en vigor el pasado 1 de julio. La Conselleria de Economía explica que 'se quiere favorecer las transformaciones de los contratos temporales en indefinidos de los trabajadores pertenecientes a colectivos con especiales dificultades de inserción laboral'.
En la provincia, la igualdad de género es una meta aún lejana. Los datos laborales así lo acreditan. Entre ellos, el que tiene que ver con la percepción del salario. Un informe reciente del sindicato CC OO en Alicante, del que ya se hizo eco este periódico, revela que las mujeres alicantinas que trabajan reciben un 17 por ciento menos de retribución que los hombres. La diferencia obedece tanto a una discriminación directa como a la existencia de un tipo de tendencia que condena a las mujeres a categorías profesionales inferiores a los hombres de forma prácticamente automática.
El informe pone de manifiesto que poco o nada mejora el equilibrio entre géneros en el mundo del trabajo. Las características del empleo femenino en Alicante determinan una mayor temporalidad, una segregación ocupacional, una mayor tasa de paro, una discriminación salarial evidente y una gran imposibilidad de conciliar la vida laboral, la familiar y la personal.
Desde el departamento de la Mujer de CC OO en l'Alacantí, Consuelo Navarro insta a las Administraciones central y autonómica a 'combatir estas desigualdades que no hacen sino empeorar el desarrollo de un Estado democrático'. Además, las mujeres empresarias apenas existen en una provincia con enorme tejido industrial, pero donde la mujer también ha sido relegada en la empresa familiar.
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