El sector textil emplea a más de 100 millones de trabajadores en todo el mundo, cifras que sitúan a esta industria como una de las más importantes de la economía internacional. Sin embargo, "la búsqueda de un bajo coste económico está incrementando el coste humano", según la responsable de la 'Campaña Ropa Limpia' (CRL) de Setem Madrid, Annie Yumi Joh.
Yumi, que participó ayer en la jornada la 'Problemática social y ambiental de la producción el algodón' y sus alternativas sostenibles, organizada por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ), con la colaboración de IDEAS y Setem en la Casa Encendida de Madrid, analizó desde el punto de vista social y laboral las condiciones de un sector que emplea a cerca de 15 millones de mujeres sin contrato laboral.
En opinión de la experta, "la confección es el primer paso hacia la industrialización de un país" por lo que hay que "cuidar" las condiciones laborales que sufren los trabajadores de los países en vías de desarrollo. Entre otros aspectos, citó "las largas jornadas sin descanso, con una media de 20 horas semanales extras obligatorias, los sueldos míseros, inferior al salario mínimo, el retraso en los pagos y la ausencia de derechos laborales y sanitarios".
En líneas generales, Yumi apostó por "la necesidad de un código de conducta mediante el cual las empresas se comprometan a respetar los Derechos Humanos en todas sus actividades, acompañado por la verificación independiente". "El código sólo será útil si llega a todos los niveles del proceso de producción pero es papel mojado sin verificación", indicó. La experta hizo especial hincapié en el caso de China, país que no ha ratificado aún el derecho de negociación colectiva ni el de asociación.
Por otro lado, Yumi repasó las actuaciones de la CRL, campaña lanzada en 1989 en Países Bajos y que aboga por cambiar la estructura de repartos de beneficios. Esta iniciativa –que se desarrolla en doce países europeos, entre los que se encuentra España– intenta sensibilizar a la población sobre prácticas comunes en el sector como la explotación laboral infantil, la precariedad laboral o la degradación del Medio Ambiente; promover el consumo responsable y plantear alternativas, como la puesta en marcha de los sellos 'Rugmark', certificado que garantiza que en el proceso de producción no han participado menores.
La Jornada también contó con la presencia de la coordinadora del Programa Moda Sostenible de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) y directora de NEXOS, –primera central de compras con criterios de RSC en la selección de proveedores–, Sandra Castañeda, que defendió el cultivo de algodón ecológico frente al convencional ya que se cultiva "sin químicos sintéticos ni modificaciones genéticas, es beneficioso para el Medio Ambiente así como las agricultores".
Castañeda también profundizó en las empresas textiles socialmente responsables y estableció un nexo de conexión entre la moda sostenible con las empresas, los consumidores, los medios de comunicación, etc.
PROYECTO EN INDIA
Durante las ponencias de esta tarde, los asistentes asistirán a la presentación del proyecto 'Rajlakshimi Cotton Mills Limited' de comercio justo y algodón ecológico que se desarrolla en Madhya Pradesh, en India. Gracias a esta iniciativa se producen más de un centenar de toneladas mientras que los más de 1.000 campesinos que trabajan en el proyecto reciben por sus cultivos entre un 30 y un 50 por ciento más que los precios del mercado, respetándose sus derechos laborales, la equidad de género y el desarrollo sostenible.
La responsable del departamento de artesanía y textil de IDEAS, Mercedes García de Vinuesa, cerrará la Jornada con una serie de recomendaciones al mercado de algodón ecológico como "desarrollar cadenas de suministro entre fábricas de grandes marcas y minoristas; explorar vías de asociación entre proyectos agrícolas y agricultores; aumentar las inversiones para la investigación, la tecnología, la financiación y los soportes de mercado; o incrementar la educación y mejorar los esfuerzos para yudar a la difusión sobre los productos de algodón orgánico", entre otras cuestiones.
Se estima que, entre 2006 y 2008, las marcas y minoristas incrementarán su demanda de algodón ecológico un promedio anual de 110 por ciento mientras que las ventas globales crecerán un promedio del 116 por ciento.
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