El bipartito envía al Parlamento el proyecto legislativo para garantizar la igualdad de derechos. Incentivará la implicación de la empresa privada con una marca de excelencia
Galicia será la primera comunidad en dotarse de una ley para combatir la discriminación social y laboral de las mujeres. El Consello de la Xunta aprobó ayer el proyecto legislativo correspondiente, que entra ahora en la fase definitiva de tramitación parlamentaria, con el objetivo de garantizar la igualdad de derechos y acabar con un trato diferenciado que, en el plano laboral, se sustancia en salarios más bajos y en mayores dificultades de ascenso en las empresas que los hombres.
El proyecto de la Lei do Traballo en Igualdade das Mulleres de Galicia parte, en este sentido, de la asunción por parte de la Xunta de una realidad demoledora. El salario medio de las mujeres equivale al 73% del que perciben los hombres. Además, las féminas sólo ocupan el 20% de los puestos de dirección en las empresas. El 54% de las que trabajan fuera de casa se concentran en el 13% de todas las actividades, y únicamente cuatro de cada cien lo hacen en sectores con más oportunidades laborales, en los que se ocupa el 60% de la población. Por cada 14 hombres ocupados en Galicia, hay diez mujeres; y, por cada diez parados, hay 16 desempleadas.
La nueva norma, consensuada por la Consellería de Traballo con los agentes sociales, laborales y económicos de la comunidad, establece la necesidad de intervenir de forma activa para romper el «teito de cristal» con el que las mujeres son discriminadas en el ámbito laboral, pese a disponer de legislación que ampara sus derechos como trabajadoras.
Teoría y práctica
En la práctica, el texto legislativo contempla la creación de una unidad administrativa de igualdad en la Consellería de Traballo, que impulsará políticas de igualdad y prestará asesoramiento a las empresas, revisará convenios colectivos y velará por el cumplimiento de una norma que estipula que los planes de igualdad serán obligados en organismos autónomos y entidades públicas empresariales con participación de la comunidad autónoma.
Pero la principal novedad de la ley está orientada a recabar la implicación de la empresa privada, crucial para conseguir los propósitos que la inspiran. La Xunta creará una Marca Galega de Excelencia en Igualdade. La concesión de ese distintivo conllevará derechos y facultades relativos a su utilización comercial y, entre otras ventajas, preferencia en la adjudicación de contratos de la Xunta.
El presidente Pérez Touriño apeló ayer a esa implicación empresarial con una ley que regulará «bancos municipais de tempo» en las ciudades, unos programas que gestionarán los concellos con el objetivo de «coordinar os horarios da cidade coas esixencias persoais, familiares e laborais da cidadanía».
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