El presidente de la Asociación Española para la Calidad (AEC), Jaime Lloret, afirma que "las pequeñas y medianas empresas se están sumando de manera contundente a la introducción de principios de responsabilidad social corporativa dentro de sus políticas de acción social".
En un artículo remitido a Europa Press, Lloret asegura que es el momento de "adaptar este proceso a las pequeñas y medianas empresas", parte esencial del tejido económico, "para que conozcan la verdadera dimensión de la RSC y asuman la conveniencia de su implantación en su negocio".
Lloret se suma a la mayoría de los expertos afirmando que la RSC "ha dejado de ser una moda" para las grandes empresas y multinacionales, y ha pasado a ser un "factor clave" dentro de las políticas sociales que desarrollan las compañías.
Con el objetivo de promover las empresas españolas en el mercado internacional, especialmente las pymes, la Asociación Española para la Calidad (AEC) fomenta, desde hace 45 años, la divulgación de las mejoras prácticas a través de sus 22 Comités y de la organización de Jornadas y congresos como el acto conmemorativo de la Semana Europea de la Calidad, que este año se celebra entre del 6 al 12 de noviembre bajo el título 'Las mejores experiencias en beneficio de una sociedad mejor'.
Además, la AEC celebra a lo largo del año congresos y Jornadas sobre desarrollo sostenible dentro de la empresa. En este sentido, el año pasado, se llevó a cabo el curso 'Cómo implantar una estrategia empresarial de Desarrollo Sostenible', incluido en el Programa General de Formación de la asociación.
IMPULSAR LA RSC EN LA PYME
Cada vez más, pequeñas y medianas empresas se están sumando a proyectos de RSC con el fin de elevar su nivel de competitividad.
Para conseguir este objetivo, según Lloret, "las empresas deben adaptarse a estas nuevas demandas del mercado y de la sociedad en la que actúan".
En este sentido, y dado el carácter flexible y personal de la pyme, Lloret señala que se trata de "un tipo de organizaciones con gran capacidad de adaptación a los cambios y con gran sensibilidad para detectar las oportunidades que ofrece el mercado".
Noruega, Suecia o Dinamarca se encuentran a la cabeza de los países europeos donde más implantada está la responsabilidad social corporativa, mientras que España se sitúa a la cola de la clasificación. De hecho, en los países nórdicos, como afirma Lloret, "valores como el respeto al Medio Ambiente están más asentados".
La responsabilidad social ofrece a las organizaciones "un valor añadido ya que integra aspectos sociales, económicos y ambientales impulsando la mejora de su imagen a nivel externo e interno", indica el experto.
Asimismo, enumera en su artículo algunos ejemplos de acciones y políticas de responsabilidad social corporativa como la transparencia corporativa o el Código de Buen Gobierno, que incluye políticas de inserción e igualdad de oportunidades, conciliación de vida laboral, código ético y compromisos con estándares sociales y medioambientales, márketing social, políticas de protección medioambiental y acción social.
IMPORTANCIA DEL GRI
Ante el interés creciente de las pymes por implantar políticas de responsabilidad social en sus políticas, el Global Reporting Initiative (GRI) –el principal estándar internacional de elaboración de memorias de RSC– publicó el pasado mes de octubre la última versión de la revisión realizada a sus directrices, la tercera generación de la Guía denominada 'G3'.
La Guía se define como un proceso para desarrollar y difundir una iniciativa común para informar de las dimensiones sociales, económicas y ambientales de las actividades, productos y servicios de las organizaciones. La elaboración de una memoria de sostenibilidad comprende la medición y divulgación de los objetivos y el desempeño de las actividades en materia de desarrollo sostenible de una organización. Estas memorias, según los criterios del GRI, deben incluir tanto las contribuciones positivas como las negativas de la empresa informante.
Es por ello que la Guía, según Lloret, "se está consolidando cada vez más en el mercado como una herramienta práctica y consistente para elaborar memorias de sostenibilidad, reconocida por diferentes instituciones como la ONU o la Comisión Europea, e incluida como guía de referencia para la elaboración de memorias de sostenibilidad en diferentes estrategias de desarrollo sostenible en el ámbito europeo, estatal y autonómico".
El uso de la Guía proporciona beneficios para elaborar memorias de sostenibilidad ya que permite presentar el impacto humano y ecológico de una organización; ofrece una herramienta de gestión de ayuda para promover, coordinar y evaluar los objetivos de mejora continua en las actuaciones de una organización; o ilustra la relación entre los tres pilares básicos de la sostenibilidad: el económico, el social, y el ambiental.
Además, facilita la comparación y el 'benchmarking' entre organizaciones; permite identificar puntos conflictivos y oportunidades no previstas, así como evaluar los desarrollos potencialmente dañinos en una organización; permite vincular las funciones diferenciadas de una corporación como finanzas, marketing o I+D, de un modo estratégico; refuerza las relaciones externas de la organización, y facilita información exhaustiva y periódica que supone mayor estabilidad financiera.
Por último, existen informes de referencia que contribuyen a la difusión de la RSC como el 'Libro Verde de la Unión Europea para el fomento de la responsabilidad social', que señala la importancia de incluir a la pyme –que representa más del 90% del tejido empresarial europeo– en este proceso de cambio estratégico de gestión empresarial.
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