El Diputado Nacional Enrique Thomas, del partido Frente para la Victoria, de Mendoza (Argentina), presentó recientemente en la Cámara de Diputados de la Nación el Proyecto de Ley de creación de una etiqueta para los productos y servicios que certifique que está 'libres' de mano de obra infantil.
"La creación de un sello distintivo para los productos, bienes y servicios libres de mano de obra infantil constituye un incentivo para empresarios y consumidores", señaló en este sentido su autor durante la presentación oficial del Proyecto de Ley.
El responsable de otorgarla sería el Ministerio de Trabajo argentino, a través de la Comisión Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), que convocaría a una comisión tripartita integrada por representantes del Estado, de las cámaras de comercio, confederaciones, asociaciones o uniones empresariales y asociaciones gremiales.
Acompañaron a Thomas en la presentación del Proyecto de Ley la presidenta de la CONAETI, Pilar Rey y la directora de Programas Educativos de la Asociación 'Conciencia', Susana Arranz, que abordaron en sus intervenciones la problemática del trabajo infantil.
"El trabajo infantil existe en muchas partes de nuestro país, lo que nos obliga a pensar en un sistema de incentivos que funcionen dentro del sistema productivo para comprometer a más personas en la defensa de los derechos del niño", coincidieron ambas.
La idea de este Proyecto de Ley nace, "no sólo en virtud del 'repudio' que puede generar en los consumidores el conocimiento de la participación de mano de obra infantil en los procesos de producción de los productos o bienes que adquieren, sino también en aras del cumplimiento y vigilancia de este tipo de actuaciones". Y en que los clientes, con este sello, "puedan elegir consumir productos que certifiquen estar libres de trabajo infantil", agregaron.
RAZONES PARA LA APROBACIÓN DE ESTE SELLO
Entre los fundamentos que alega el legislador para pedir la creación de este Proyecto de Ley se encuentra sobre todo la idea de que la pobreza "da lugar al trabajo infantil y el trabajo infantil perpetúa la pobreza". En este sentido, agrega, la lucha que como Estado y como sociedad debemos encarar para prevenir y erradicar todas las formas de trabajo infantil, "tiene como requisito primordial la sensibilización y toma de conciencia frente a este flagelo que vulnera los Derechos Humanos".
"El trabajo infantil perjudica la salud, la seguridad y la socialización de los niños y adolescentes, ya que merma el desarrollo de la niñez y perpetúa la pobreza, degradando las reservas de capital humano necesarias para el desarrollo económico y social", opina Thomas.
Asimismo, afirma, "sus efectos son altamente discriminatorios", dado que empeoran la situación de los más desaventajados, profundizando las causas de exclusión de personas y grupos socialmente marginados, en beneficio de los más privilegiados. "El trabajo infantil es contrario a los valores democráticos y a la justicia social", enfatiza, por lo que "es impostergable frenar la propagación de todas sus formas".
A la acción pública, opina, "debe sumarse una amplia movilización de la sociedad civil", además de "empresas privadas socialmente responsables que se involucren y colaboren en la erradicación del trabajo infantil conforme a las reglas básicas de la sociedad incorporadas a la legislación y a los usos éticos".
Así, concluye, las empresas transnacionales "le asignan cada vez mayor espacio a estos y otros temas relacionados con la responsabilidad social", lo que refleja "un creciente reconocimiento de que el mundo es uno solo, y que los escenarios globales de riesgo y las políticas de negocios se inscriben en un mismo mapa aunque los territorios sean diferentes".
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