Varias empresas de Gifu, en el centro de Japón, emplearon doce hijos de inmigrantes brasileños de edades entre los trece y los quince años de edad en labores de manufactura, informó hoy la prensa local.
La contratación, intermediada en febrero pasado por dos firmas contratistas, viola la normativa laboral de Japón que prohíbe emplear menores de quince años de cualquier nacionalidad, según la agencia local Kyodo.
El caso fue denunciado en noviembre y subraya el problema de muchos hijos de inmigrantes en Japón que prefieren no ir a la escuela debido a los problemas del idioma y a las dificultades económicas de sus familias.
Las empresas cancelaron los contratos y aseguraron saber que los menores no estaban en edad laboral pero que les habían dado trabajo por petición de sus padres, que atravesaban dificultades económicas.
Los niños habían desistido de ir a la escuela y prefirieron aumentar los ingresos de sus hogares debido a que las clases en japonés eran 'difíciles de entender y aburridas' continúa la información.
Los inmigrantes, de descendencia japonesa, en gran parte de Brasil, empezaron a llegar a Japón en 1990 y actualmente suman unos 350.000, mientras que el número total de niños de extranjeros en edad escolar que necesitan clases de japonés asciende a 20.000.
Un funcionario de Yokkaichi, en la región de Mie, que organiza reuniones entre gobiernos de provincias con alta población de trabajadores extranjeros, aseguró que el 20 por ciento de los niños de inmigrantes extranjeros en Japón desistió de estudiar, según las mismas fuentes.
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