El informe de CC.OO. sobre los PGE 2007 señala que las mujeres progresivamente participan más en la actividad laboral y su incorporación al mercado de trabajo a lo largo de los últimos años ha sido muy importante.
Sin embargo, la tasa de actividad femenina (47,9%) se sitúa en el tercer trimestre de 2006, 21 puntos porcentuales por debajo de la masculina (69,1%), mientras que la tasa de desempleo de las mujeres (11,5%) está 5 puntos por encima de la de los hombres (6,4%).
En cuanto a las diferencias cualitativas, las mujeres (37,2%) sufren en mayor medida que los hombres (32,2%) la temporalidad contractual, así como la contratación a tiempo parcial (21,9% frente al 4,2%).
Asimismo, las mujeres perciben un salario inferior al de los hombres, no sólo porque trabajen en sectores menos productivos y categorías profesionales más bajas, sino también porque sufren discriminación salarial.
"En torno a la mitad de la diferencia salarial (15 puntos porcentuales) se puede atribuir a la discriminación salarial", afirma CC.OO.
El concepto de fuerza de trabajo que se emplea en el informe no se corresponde enteramente con el de la población activa, definiéndose como la suma de ocupados y parados con experiencia profesional. El 31,2% de la fuerza de trabajo femenina se compone por trabajadoras no cualificadas, siendo la categoría más nutrida. Ésta representa, en cambio, el 16% entre los hombres, cuya categoría más importante es la de trabajadores manuales cualificados (32,8%), que representan a la clase obrera tradicional.
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