Una fábrica de Nestlé en República Dominicana, que en 2006 logró incrementar en un 80 por ciento su producción, según datos facilitados por sus propios empleados, mantiene en pie de guerra a los trabajadores, que como 'premio' a sus buenos resultados, denuncian, han obtenido el despido de 45 compañeros con contratos fijos para ser sustituidos por subcontratados.
En declaraciones a la prensa local, un portavoz de los empleados afectados señaló que "nada parece detener la desenfrenada voracidad ni la prepotencia de la transnacional suiza". Los trabajadores, representados por el Sindicato de Trabajadores de la Empresa Helados Nestlé Dominicana, "ya no sabe qué hacer para que la transnacional cumpla con lo establecido en el convenio colectivo y las leyes vigentes en el país".
Ante la situación, los trabajadores se manifestaron el pasado viernes frente a la fábrica, ubicado en la carretera de Manoguayabo (Santo Domingo), para protestar por la ola de despidos, cuya finalidad es sustituir a los trabajadores despedidos por otros subcontratados.
Con esta medida la empresa trata, según el sindicato, de tener un menor número de trabajadores bajo su responsabilidad, ya que desde el momento en que los nuevos operarios no pueden ser representados por el sindicato, no se les aplica el convenio colectivo, lo que permite a los subcontratistas "pagar salarios de hambre y obligar a sus empleados a trabajar horas extras sin remuneración, además de no registrarlos en la seguridad social".
Frente a esta política laboral de una compañía que "cínicamente hace gárgaras con la responsabilidad social de la empresa en su propaganda institucional", el sindicato, -junto a los otros dos sindicatos que representan a trabajadores de Nestlé en el país y a la Federación de la Alimentación-, se reunieron ayer martes para tratar de establecer un plan de lucha destinado a reparar y poner término a lo que consideran "despidos arbitrarios".
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