El 76% de la población española desconoce qué es exactamente la dependencia y casi un 50% cree que el Estado cubre ya totalmente las situaciones de dependencia más grave, según un estudio que analiza la demanda de productos y servicios que generará la puesta en marcha de la ley que regula este ámbito.
El trabajo, realizado por la aseguradora Caser a través de un total de 2.312 entrevistas a personas dependientes o familiares y a la población en general, señala también que el 82% de los afectados por la dependencia no conoce el tipo de ayudas que proyecta el Gobierno en la norma.
Según informó en la presentación de este estudio su directora, Isabel Bañegil, una vez que los españoles tienen conocimiento de lo que se entiende por dependencia, se muestran, en un 66% de los casos, preocupados por llegar a ser personas dependientes en el futuro.
En este sentido, un 43% de los encuestados manifiesta que está considerando la posibilidad de empezar a ahorrar para hacer frente a la dependencia, un porcentaje que se incrementaría en el 15% si este tipo de productos incluyese ventajas fiscales.
No obstante, continuó Bañegil, el precio será un elemento determinante para la contratación de seguros que cubran el riesgo de la dependencia, ya que el 70% de los españoles descarta suscribir un seguro de estas características si la prima mensual supera los 50 euros.
A este respecto, Ernesto Sanz, director de Pensiones de Caser se mostró bastante optimista al señalar que, según los estudios realizados hasta ahora en Alemania, "el precio no parece un problema" a la hora de diseñar un producto de estas características "para personas válidas", pues parece probable que salgan "primas más baratas de 50 euros".
Sanz matizó en este sentido, que el perfil de usuario de este servicio sería el de una persona no dependiente de entre 45 y 55 años, con familiares de 70 ó 75 años, aproximadamente, y con conocidos dependientes.
En referencia a los instrumentos financieros disponibles ahora para financiar los gastos que genera la dependencia, existe mayor conocimiento de las rentas vitalicias que de la hipoteca inversa.
Las personas dependientes muestran en general interés por las hipotecas inversas aunque para muchos constituya un freno la sensación de pérdida de la vivienda, cuando una de sus principales características es precisamente que el beneficiario mantiene su titularidad, explicó la directora del trabajo.
Por otra parte, el estudio, realizado durante el segundo semestre del año pasado en hogares de toda España, hace un perfil de la persona dependiente y subraya que el 68% necesita la ayuda de otras personas para comer y que las limitaciones psíquicas (alzheimer, demencia senil u otras) están presentes en más del 30% de los casos de dependencia.
En relación a la ayuda domiciliaria precisada por algunas personas dependientes, el trabajo indica que llega casi al 70% en las zonas urbanas.
Según el estudio, tres cuartas partes de los encuestados rechazan el internamiento en una residencia "por motivos culturales antes que por motivos económicos". A la hora de afrontar los gastos de la residencia, el patrimonio del dependiente interviene total o parcialmente en un 95% de los casos.
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