Más de 400 mujeres acudieron el año pasado ante el Servicio de Defensa Legal de CCOO en Málaga después de haber sufrido algún problema en el trabajo a raíz de su maternidad: despidos, modificación de las condiciones laborales y dificultades a la hora de pedir una reducción de jornada. En la empresa, los embarazos siguen estando mal vistos.
Los conflictos generados a raíz de un embarazo suponen el 60 por ciento del total de consultas tramitadas por CCOO en 2006, con un total de 704.
Sólo a través de este sindicato, 44 mujeres interpusieron denuncia ante los juzgados tras ser despedidas al quedarse embarazadas: en 26 casos hubo acuerdo y 18 aún están pendientes de resolución. Sin embargo, según advierte la secretaria de la mujer en Málaga, Victoria Rodríguez, "la mayoría de mujeres renuncia a la readmisión por no enfrentarse al mal clima generado a raíz de la denuncia en su empresa". Actualmente, la ley prohíbe que se despida a una mujer embarazada, incluso aunque haya expirado su contrato laboral o por obra y servicio.
Otras denuncias se relacionaron con el acoso sexual o la vulneración de derechos fundamentales. El acceso de la mujer al trabajo sigue estando lleno de complicaciones, con una diferencia salarial del 30 por ciento con respecto a los hombres en los mismos trabajos.
Según la última encuesta de población activa de 2006, difundida ayer por CCOO, el número de parados masculinos bajó un 4 por ciento, mientras que el paro femenino se incrementó un 4, 5 por ciento.
En 2006, hubo 31.400 nuevas personas ocupadas en la provincia de Málaga. De estas nuevas incorporaciones, 20.700 eran hombres y 10.700 mujeres.
Para Antonia Martos, responsable del área de mujer de CCOO en Andalucía, "los problemas de la mujer en el trabajo se originan en la dificultad de compaginar la familia con el trabajo; ése es el gran freno que tiene la mujer de promocionar en el mercado laboral o de permanecer en él".
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