La semana pasada, empleados de Coca-Cola de todo el mundo partieron hacia la Antártida para participar en la 'Misión Antártida 2007', que finaliza el próximo 3 de marzo y que tiene como objetivo colaborar con el explorador ecologista Robert Swan en la construcción de una estación medioambiental y educativa en este continente.
La iniciativa -en la que la multinacional colabora desde hace cinco años- forma parte de la contribución de la compañía para paliar los efectos del cambio climático sobre el planeta.
Además de los empleados de Coca-Cola de distintas nacionalidades (el representante español es el 'Brand Manager' de Coca-Cola España, Marcos de la Torre), la expedición se completa con profesionales del sector de las energías renovables, periodistas, profesores y estudiantes.
La estación servirá como observatorio de ciencia y naturaleza para futuras generaciones para concienciarles en la importancia de preservar este continente, promover el uso de energías renovables y dar a conocer los efectos del cambio climático y el calentamiento global de cara a mantener la situación actual de este continente hasta 2041, año en el que expira un tratado que prohíbe la presencia de industrias extractivas y mineras.
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