Un nuevo estudio de la consultora global de comunicación y relaciones públicas Weber Shandwick y el instituto de investigación KRC Research revela que, cuando la reputación de una compañía resulta dañada, un 60% de los directivos culpa a los CEOs –altos ejecutivos– de la situación.
El estudio –que contó con la participación de 950 directivos de Norteamérica, Brasil, Asia y Europa– también identifica qué factores afectan a la reputación de las empresas. En este sentido, destacan las irregularidades financieras (72%), el comportamiento poco ético (68%), la mala conducta de ejecutivos (64%), los fallos de seguridad (62%), los atentados contra el Medio Ambiente (60%) y la retirada de productos por razones de seguridad o salud (60%).
Por regiones, los ejecutivos norteamericanos se mostraron más sensibles a temas medioambientales; los europeos a la retirada de productos por razones de seguridad o salud, y el incumplimiento de leyes; y los asiáticos a averías en fábricas o explosiones. De todos modos, independientemente de su procedencia, todos coinciden en situar las irregularidades financieras y el comportamiento poco ético como las amenazas más importantes para la reputación.
En el caso de España, nuestro país es el que más importancia da a los fallos de seguridad (72%), frente a la media global (62%). Asimismo, los ejecutivos españoles otorgan más importancia al apoyo a políticas públicas impopulares (58%) y a las protestas de ONG o grupos de presión (55%), frente a la media global (un 20% y un 17% respectivamente). Asimismo, la mitad de los entrevistados españoles cree que los rumores o ataques por internet suponen una importante amenaza para la reputación de una empresa, frente al 27% de la media mundial.
El Consejero Delegado de España y Presidente de Iberia y América Latina de Weber Shandwick, Miguel López-Quesada, defendió que el estudio "nos reafirma en la importancia de desarrollar políticas de prevención y gestión de crisis como manera de evitar daños irreparables a los activos intangibles". "Las empresas necesitan poner en marcha todos los mecanismos a su alcance para proteger su reputación", insistió.
IGINORANCIA DE LAS COMPAÑÍAS
Además, el estudio alerta a las compañías que continúan ignorando "lo dañinos que pueden ser los ataques de activistas y grupos de presión en internet", ya que podrían no estar preparadas para reaccionar rápida y decididamente. En este sentido, la investigación revela que los ejecutivos "podrían estar subestimando" la seriedad de las amenazas para la reputación.
En opinión del miembro de Weber Shandwick, Leslie Gaines-Ross, "resulta interesante que varias de las razones que hacen que las compañías pierdan su reputación son inherentes a las compañías". "Las irregularidades financieras, el comportamiento poco ético y la mala conducta de ejecutivos, son problemas que se podrían prevenir si las empresas contaran con un buen sistema de control interno", añade.
"En un escenario en el que cada vez más reputaciones se deterioran en el mundo, las compañías necesitan mejores sistemas de control que identifiquen y rastreen los eventuales peligros para su reputación", concluye.
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