Nadie hubiera creído hace tan solo unos años que un empleado de una fábrica de coches pudiera trabajar en su casa. Sin embargo, Renault acaba de iniciar la experiencia del teletrabajo. El pasado 22 de enero, la empresa y cuatro sindicatos firmaron un acuerdo que ofrece a los asalariados la posibilidad de trabajar en su domicilio de dos a cuatro días por semana.
"Algunas personas empezaron a practicar el teletrabajo el 1 de febrero, pero la experiencia, de momento, es modesta, ya que cada uno de los trabajadores debe contestar a una encuesta sobre sus preferencias", afirma Sophie Perrier, portavoz de Renault.
Naturalmente, no todos los trabajadores pueden acogerse al acuerdo. Los obreros que trabajan en la producción en cadena están excluidos por razones obvias. De los 44.000 trabajadores de Renault SAS –la única sociedad del grupo a la que afecta–, unos 28.000 (administrativos, técnicos, ingenieros y cuadros) podrían, en teoría, optar por el trabajo a domicilio, pero para un ingeniero es difícil porque la mayoría trabajan en equipo y sus proyectos requieren una presencia regular en la empresa.
Voluntario y reversible
El pacto entre Renault y los sindicatos es de aplicación voluntaria y con el acuerdo de la jerarquía. "Cada jefe de servicio puede dar o no su consentimiento a que un empleado se acoja al teletrabajo", precisa la portavoz de Renault.
Además de estas dos condiciones, el acuerdo es reversible en cualquier momento siempre que se envíe un preaviso con un mes de plazo, exige la presencia en la empresa de al menos un día por semana y el asalariado conserva todos sus derechos individuales y colectivos. La presencia de un día en el centro de trabajo fue planteada tanto por la dirección de Renault como por los sindicatos. "La dirección puso esa condición para mantener la integración de los equipos y la cohesión empresarial", explica Perrier. Por su parte, Gérard Blondel, delegado del sindicato de cuadros, coincide: "No queríamos que los asalariados estuvieran totalmente aislados en su relación con la empresa".
Renault facilita a los trabajadores el equipo necesario –ordenador portátil, línea ADSL, silla ergonómica– y les concede una ayuda de 150 euros por una sola vez.
La innovación surge de una propuesta que el presidente de Renault y de Nissan, Carlos Ghosn, hizo a los sindicatos en julio del 2005 basándose en la experiencia puesta en marcha en Estados Unidos por el constructor japonés aliado con Renault.
Aunque las aspiraciones son modestas –Renault estaría satisfecha si al final del 2008 hay entre 700 y 800 acogidos–, los objetivos del plan son ambiciosos, como el de conciliar la vida personal y la profesional e incluso contribuir al desarrollo sostenible al reducir las emisiones de dióxido de carbono debido a la disminución de los desplazamientos en coche para ir al trabajo, señala el comunicado que informa del pacto.
El acuerdo solo se aplica por ahora en Francia, aunque un portavoz de Renault España considera que "se está en el camino" y destaca que ya hay delegados territoriales que ejercen el teletrabajo por las características de su misión. Si la experiencia se extendiera a España, con acuerdo sindical o individualmente, la empresa también exigiría la presencia física de un día a la semana. "La identidad de marca en Renault es muy importante y no se puede conseguir estando siempre en casa", asegura el mismo portavoz.
JOSÉ A. SOROLLA
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