Ser titulado universitario en una carrera técnica relacionada con la edificación y presentar alguna discapacidad física. Dos requisitos difíciles de casar a la vista de los hechos. Una empresa singular, Aycop, dedicada a auditar proyectos arquitectónicos, contrata casi en exclusiva a quienes cumplan esas condiciones. Sin embargo, tienen problemas para ampliar plantilla, una necesidad ante el próximo desarrollo reglamentario del Código Técnico de la Edificación.
En España hay casi cuatro millones de personas con alguna discapacidad física o intelectual. De ellas, sólo el 3,6% es titulado universitario, según las cifras dadas a conocer en la II Jornada de Empleo y Discapacidad, celebrada el pasado mes de marzo en la Universidad Carlos III de Madrid. Esta restricción numérica bastaría para explicar las dificultades con las que se topa Aycop, una empresa única en España, puesto que contrata específicamente a titulados universitarios con discapacidad. Sin embargo, hay aún un escollo más, ya que el perfil profesional debe ser el de quienes posean alguna carrera técnica relacionada con la edificación, especialmente Ingeniería y Arquitectura. "No los encontramos; empezamos a pensar que simplemente no los hay", casi se desespera José Manuel Benítez, gerente de la firma.
Todo empieza por aclarar el singular proyecto empresarial de Aycop. Nacido hace cinco años, se trata, técnicamente, de un centro especial de empleo, es decir, una compañía que se beneficia de ciertas subvenciones y ventajas en la contratación por el hecho de dar trabajo a personas con discapacidad. Sin embargo, acoge sólo a personal con alta cualificación universitaria, al contrario que el resto de centros de estas características, en los que predominan las tareas no cualificadas.
En Aycop, con sede en San Sebastián de los Reyes (Madrid), tienen elaborado un plan estratégico de negocio, en parte ligado a la próxima aprobación por parte del Gobierno del desarrollo reglamentario del Código Técnico de la Edificación, que obligará a los edificios de nueva construcción a eliminar las barreras arquitectónicas. Ese plan de negocio, que pasa por ampliar su actual plantilla de 18 empleados a un mínimo de 25 a final de 2007, así como por desarrollar su nueva sede de Barcelona y abrir otra en Bilbao, choca con un déficit de profesionales que se adecuen al perfil que reclaman. "Asistimos a foros de empleo, estamos en Internet, pero la verdad es que resulta ciertamente difícil encontrarlos", reconoce Benítez.
Plantilla experta
Aycop nació hace cinco años, con el objetivo de dedicarse al análisis, control y certificación de proyectos de edificación. El trabajo se realiza en oficina, sobre todo a través del ordenador. "Los profesionales deben auditar muy minuciosamente toda la documentación del proyecto de obra y decidir si es ejecutable por no incurrir en riesgo alguno", explica el gerente. De ahí que sea obligado que quienes estampan su firma en cada informe -unos 450 el pasado año- tengan conocimientos muy profundos sobre edificabilidad.
"La actividad de la empresa nos exige que sean expertos", dice Benítez. Preferentemente forman la plantilla ingenieros de Caminos, de Obras Públicas e Industriales, pero también hay algún geólogo, para actividades de laboratorio, ingenieros de Minas, para todo lo relacionado con la geotecnia (terrenos), arquitectos, informáticos y delineantes.
Entre las actividades en las que Aycop es especialista se halla precisamente la auditoría sobre el grado de accesibilidad de edificaciones e infraestructuras, algo a lo que son muy sensibles sus empleados. Otro motivo más para la búsqueda de profesionales que den el perfil. "El departamento de Accesibilidad es el que más potenciamos en nuestras presentaciones públicas y en los foros", dice Benítez.
Los motivos son, además de la inminente aplicación del Código Técnico de la Edificación, la creciente preocupación de las empresas por dotarse de códigos de responsabilidad social corporativa, así como la Ley de Integración del Minusválido (LISMI), que obliga a las compañías de más de 50 empleados a reservar el 2% de sus puestos de trabajo para discapacitados. Todo ello ha hecho que las empresas se doten cada vez más de edificios que facilitan el acceso a dicho colectivo, con el consiguiente aumento del volumen de auditorías sobre la edificación.
En Aycop predominan las personas con discapacidades motoras, aunque también hay quienes han sufrido alguna embolia y otras con problemas auditivos. "Lo que más me admira es el afán de superación, la voluntad de hacer las cosas cada vez mejor de este colectivo", ensalza Benítez, uno de los pocos integrantes de Aycop que no padece discapacidad.
Celestino Lanza, jefe del Departamento de Accesibilidad, cree que habrá un gran flujo de negocio en cuanto entre en vigor el desarrollo reglamentario del Código Técnico de la Edificación, algo que espera para antes de junio. Su departamento certificó medio centenar de proyectos de obra en 2006, lo que incluye no sólo edificios sino también entornos urbanos en los que los especialistas revisan la adecuación del transporte y la señalización a las necesidades de las personas discapacitadas.
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