La Comisión Europea y organizaciones empresariales y sindicales de la UE firmaron hoy un acuerdo conjunto para luchar contra el acoso y la violencia en el lugar de trabajo que supone que las compañías se implicarán para tratar de impedir estos hechos e incluso, en caso de que ocurran, se comprometen a poner en marcha medidas que pueden ir hasta el despido de los culpables y la compensación a las víctimas.
El acuerdo es fruto de una negociación que ha durado 10 meses entre el Ejecutivo comunitario y las organizaciones empresariales BusinessEurope, Centro Europeo de Empresas (CEEP) y la Asociación Europea de PYMES (UEAPME) junto a la Confederación Europea de Sindicatos (CES) para hacer frente a acoso y violencia laboral que, según cifras de la Comisión, padecen un empleado de cada 20 en la UE.
El convenio condena toda forma de acoso y de violencia y recuerda "la obligación que tienen los empleadores de proteger a los empleados contra estas situaciones".
En este sentido, fija una serie de medidas que deberán tomar las empresas cuando se les presente uno de estos casos. En primer lugar, señala una "etapa informal" consistente en la intervención de una persona que sea de la confianza tanto de la empresa como de los trabajadores.
El acuerdo señala también que "las quejas deben ser tratadas rápidamente y dar lugar a una investigación" que se regirá por los principios de "confidencialidad, imparcialidad y equidad".
Contempla también medidas para el autor de los abusos o ejecutor de la violencia que se basarán en "una acción particularmente disciplinaria", como "un despido". Por lo que respecta a la víctima, fija que ésta "reciba una ayuda a la reintegración si es necesario".
El comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, Vladimir Spidla, afirmó que el acuerdo de hoy "completa" los instrumentos de que se ha dotado la UE para "proteger la salud y la seguridad de los trabajadores" y también es "prueba suplementaria" de "la eficacia del diálogo social".
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