La hora del desenlace se acerca en el supuesto caso de nepotismo que implica al presidente del Banco Mundial (BM), Paul Wolfowitz. El arquitecto de la guerra de Irak y su compañera sentimental, Shaha Ali Riza, testificaron ayer ante el panel que investiga si Wolfowitz actuó mal al decidir un significativo aumento de sueldo para Riza, en el último acto de una crisis que dura desde hace un mes. Wolfowitz intentó convencer al panel de que actuó "de buena fe" y a instancias del comité de ética de la institución cuando decidió aumentar el sueldo de Riza. Se defendió arguyendo que las acusaciones no son más que "calumnias" y reiteró que no piensa dimitir.
"Estamos deseando acudir a una sesión justa para demostrar que el señor Wolfowitz actuó de completa buena fe", dijo antes de entrar en la sesión el abogado del presidente del BM, Robert Bennett. La autodefensa de Wolfowitz se basa en que se le denegó una solicitud al comité de ética de excluirse de las decisiones referentes al sueldo de Riza. Fue entonces cuando decidió el aumento de salario. Sin embargo, el entonces presidente de comité de ética, Ad Melkert, ha declarado que el salario de Riza no fue "comentado, aprobado o revisado" por el comité y que Wolfowitz ordenó al vicepresidente encargado de recursos humanos, Xavier Coll, que ejecutara su decisión.
VARIAS OPCIONES
Tras escuchar los argumentos de Wolfowitz y estudiar el informe que redactará el panel que investiga el caso, el Consejo Ejecutivo –formado por 24 directores que representan a los 185 países del organismo– deberá tomar una decisión de la que no hay precedentes, ya que en la historia del BM nunca el consejo ha tenido que investigar la actitud de su presidente. La decisión más extrema –que es la que piden los trabajadores del BM y muchos europeos y latinoamericanos– es despedir a Wolfowitz. Fuentes del BM han afirmado que es improbable que el Consejo tome esta decisión, a causa del inequívoco apoyo de la Casa Blanca al presidente, que fue nombrado por la administración Bush. En este sentido, en Washington ayer se especulaba que el consejo tratará de llegar a una solución consensuada que implique la renuncia voluntaria de Wolfowitz sin dañar su reputación con una petición directa de dimisión. Esta opción, que sería la que menos dañaría la imagen del BM, choca con la voluntad de Wolfowitz de permanecer en su cargo. Además, la Casa Blanca reiteró ayer su apoyo y la declaración no se realizó en balde.
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