El presidente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), Marcos de Castro, reivindicó ayer ante responsables gubernamentales 'un justo reconocimiento institucional' de este sector mediante su integración en el diálogo social 'sistemático' con los poderes públicos.
De Castro demandó que la 'voz' de la economía social -cooperativas, sociedades laborales, mutualidades, empresas de inserción o centros especiales de empleo- 'se escuche en las instituciones' en presencia, entre otros, del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y del secretario general de Empleo, Antonio González, durante la inauguración en Bilbao de unas jornadas sobre 'la empresa colectiva y los grupos humanos'.
Estas jornadas de reflexión se desarrollan en el marco de la asamblea general anual que la CEPES celebra en la capital vizcaína con la participación de más de cien dirigentes de sus 24 organizaciones.
Durante su celebración, se destacó la 'rica' experiencia de la economía social en el País Vasco por parte de los participantes, incluido el lehendakari, quien apostó por un crecimiento económico equilibrado en Europa, que tenga en cuenta a las personas, 'aunque haya que ir un poco más suave' o lento.
El presidente de la CEPES, por su parte, destacó los valores de la economía social con empresas que crean empleo 'digno para todos' y 'se comprometen con el territorio y no se van' y demandó el fin de 'la exclusión' del sector en el diálogo social.
Tras advertir de que 'una sociedad compleja no puede ser abocada a un diálogo institucional que se reduce al binomio patronal-sindicatos' porque ello 'no recoge todas las inquietudes sociales', De Castro admitió que 'caminamos' hacia una mayor participación, 'a pesar de las presiones de quienes quieren dominar sus antiguas parcelas de poder'.
Por su parte, el secretario general de Empleo destacó el apoyo del Gobierno a la economía social con 'políticas específicas' y dotándola de 'la interlocución que necesita' sobre asuntos que la competen y en 'todos' los aspectos relacionadas con las políticas socio-laborales como 'un agente más' dentro del diálogo social.
González resumió las actuaciones del Ejecutivo en apoyo a la economía social y anunció la próxima aprobación del anteproyecto de ley de regulación de empresas de inserción -para la integración de personas en situación de exclusión social-, que deberán estar promovidas y participadas por entidades sin fines lucrativos.
También señaló, entre otras actuaciones, que en breve finalizarán los trabajos del foro de expertos creado en 2005 sobre responsabilidad social de las empresas, que servirán al Gobierno para aprobar la primera política de fomento de esta materia en España.
Por su parte, el lehendakari Ibarretxe se congratuló de que en Euskadi 'hemos conseguido un desarrollo económico pujante en el que la economía social ha tenido un papel preponderante'.
El mandatario vasco señaló que la economía social, aunque represente cerca del 6 por ciento del empleo, constituye 'una parte muy importante del corazón del pueblo vasco' y explicó su posición 'puntera' por su papel dentro de la alianza entre instituciones públicas y privadas que hizo frente a la crisis de los años ochenta.
Ibarretxe apostó por 'competir y cooperar' y 'cooperar -dijo- es sinónimo de participar', lo que es 'sinónimo de democracia'. También abogó por la innovación, de la que dijo es 'competir con raíces'.
En la CEPES están asociadas mas de 10 millones de personas y están relacionados económicamente con el sector más de 2,3 millones de trabajadores.
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