La ONG británica 'War on Want', dedicada a la lucha contra la pobreza, ha expresado su preocupación con respecto a la comercialización por parte de la cadena de supermercados Asda, de un uniforme escolar a un precio de 15 euros, zapatos incluidos, ya que podría haber sido confeccionado en factorías de países en vías de desarrollo que explotan a sus trabajadores.
Los responsables de Asda aseguran que el uniforme ha sido producido por empresas que son auditadas con frecuencia, algo que la 'War on Want' cuestiona, ya que la cadena de supermercados ha comercializado anteriormente productos de proveedores que violaban la normativa laboral internacional.
Un informe de la ONG ya desveló que las factorías de Bangladesh que confeccionan las prendas de la marca George, que también vende este supermercado, pagaban a sus trabajadores 7 céntimos de euro la hora y que les hacían trabajar hasta 80 horas semanales.
Esa investigación también reveló violaciones de la normativa de seguridad e higiene laboral en los mencionados talleres, en los que se habían producido varios incendios.
Rosas recogidas por niños
"Asda ejerce una gran presión sobre sus proveedores de países en vías de desarrollo, para que ajusten sus precios, amenazándoles con no renovarles el contrato si no le ofrecen los precios más competitivos", ha subrayado Paul Collins, portavoz de War on Want.
Otra investigación de su organización reveló que las rosas que se vendieron el día de San Valentín en Asda etiquetadas como "producidas respentado normas éticas" habían sido recogidas y empaquetadas por trabajadores de Kenia, algunos de ellos niños, que recibían salarios de 44 euros mensuales.
Por ello, 'War on Want' reivindica un endurecimiento de la normativa que obligue a los establecimientos de venta al detalle a adquirir sus productos de proveedores ofrezcan unas condiciones laborales dignas a sus empleados, y ha hecho un llamamiento a los consumidores para que se aseguren antes de adquirir un producto etiquetado como "ético" de que realmente lo es.
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