La lista de los países que para el gobierno de Estados Unidos menos colaboran en la lucha contra el tráfico de personas aumentó este año a 16, incluidos varios aliados árabes de Washington y Guinea Ecuatorial, así como Cuba y Venezuela.
Según el informe anual sobre tráfico de personas y explotación laboral que elabora el Departamento de Estado de EEUU, entre los principales infractores aparecen también Irán, Birmania, Corea del Norte, Arabia Saudí, Siria, Sudán y Uzbekistán.
A ellos se agregan este año por primera vez Guinea Ecuatorial, Bahrein, Kuwait, Omar y Qatar, así como Argelia y Malasia.
En la presentación del informe, que ese Departamento tiene que rendir todos los años al Congreso, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, indicó que los traficantes de personas "acechan a los más débiles, principalmente las mujeres y los niños".
El gobierno de EEUU se esfuerza por la abolición del tráfico de personas que es "una forma moderna de esclavitud", afirmó Rice, que precisó que en el último año ha habido progresos en la lucha mundial contra este delito, pero también "algunos retrocesos".
Entre esos reveses citó el hecho de que los procesos contra responsables de tráfico de personas no hayan aumentado.
El "Informe sobre Tráfico de Personas 2007", que da cuenta de la situación en 164 países, menciona entre los abusos vinculados a este problema la prostitución, la servidumbre sexual de menores, los trabajos forzados y sin remuneración, y el uso de niños como combatientes.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que hay más de 12 millones de personas sometidas a la explotación y la servidumbre sexual, y el informe del Departamento de Estado señaló que otros cálculos elevan esa cifra a 27 millones.
En el caso del tráfico de personas para el comercio sexual, el informe apuntó que "la globalización de mercados y fuerzas laborales, y el relajamiento concomitante de las barreras a los viajes, han gestado nuevas rutas y escenarios para el tráfico".
Así, por ejemplo, se han encontrado muchachas zambias vendidas en Irlanda para el comercio sexual, filipinas en Costa de Marfil, niños vietnamitas obligados a dedicarse al contrabando de drogas en el Reino Unido, hombres tailandeses enviados a EEUU para la explotación laboral, chinas vendidas en Afganistán, y kenianas en México para la prostitución.
El informe señaló que "EEUU es país exportador e importador de miles de hombres, mujeres y niños traficados para la explotación sexual o laboral", procedentes del este de Asia, de Europa oriental, México y América Central.
Pero el gobierno de EEUU "continúa avanzando hacia la meta de erradicar el tráfico humano" dentro del país.
Toda Europa occidental, excepto Portugal, figura en la categoría de países que, según el Departamento de Estado, cumplen con las normas mínimas para la represión y eliminación del tráfico de humanos.
Portugal junto con Estonia, Letonia, Eslovaquia y los países de los Balcanes están entre los países que no cumplen con esas normas pero hacen "esfuerzos significativos" por contrarrestar el tráfico de mujeres y menores de edad para el comercio sexual, y de hombres para trabajos no pagados.
Rusia, China, Argentina e India están entre los mayores países que, bajo el criterio del Departamento de Estado, no cumplen con las normas, hacen esfuerzos por cumplirlas, pero siguen siendo fuente de un gran número de víctimas del tráfico de personas.
Los 16 países que no cumplen con las normas que estipula la ley de EEUU, y que según el Departamento de Estado tampoco hacen esfuerzos por cumplirlas, podrían ser objeto de sanciones por parte de este país.
"El tráfico de humanos es una amenaza multidimensional", indicó el informe. "Priva a las personas de sus derechos humanos y sus libertades, aumenta los riesgos globales para la salud y nutre el crecimiento del crimen organizado".
Asimismo, "tiene un impacto devastador sobre las víctimas individuales que, a menudo, sufren abusos físicos y emocionales, violación, amenazas contra ellas y sus familias, robo de documentos y, a veces, la muerte", agregó.
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