Uno de los compromisos más reiterados en los discursos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es su intención de que la educación infantil de primer ciclo (de cero a tres años) sea gratuita en España a largo plazo, como servicio universal.
Pero ese objetivo está muy lejos de conseguirse en la situación actual, a no ser que el Ejecutivo establezca por ley el derecho a una educación gratuita en los primeros tres años de vida del niño, que es lo que pretende hacer el PSOE en la próxima legislatura.
Cómo conseguir eso, en un momento en el que las competencias en esa materia son todas de las comunidades autónomas, y el desarrollo de las escuelas infantiles y de las guarderías privadas es mayor que el de las públicas. La única forma que un futuro segundo Gobierno de Zapatero tiene para hacerlo es establecer, junto con las autonomías, un sistema de concierto con las entidades privadas, similar al que existe en la actualidad con los colegios y que, poco a poco, ha permitido que la educación sea gratuita en España desde los tres años.
La medida, que estudia en la actualidad el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, en la elaboración del programa electoral del PSOE, permitiría a largo plazo que todos los niños tuvieran la opción de acceder a a una plaza en una guardería, pública o privada, pero subvencionada.
Copago progresivo
La novedad en el modelo que se está pensando es que sería una subvención progresiva, es decir, de mayor cuantía para las rentas menores y de menos dinero para los que más riqueza tengan. Desde el PSOE, esta medida se entiende como un desarrollo de las políticas sociales que habría que entender dentro de las ayudas a la familia para potenciar el trabajo de las madres y, al mismo tiempo, facilitar la conciliación de la vida personal y laboral.
La idea es, además, que el carácter progresivo de esta nueva ayuda de guarderías concertadas compensara el que no tiene el cheque de los 2.500 euros por cada nacimiento que Zapatero también anunció y presenta Caldera hoy en el Congreso.
En cualquier caso, cada comunidad autónoma tiene sus propios programas de ayuda en la educación infantil (cheque escolares, gestión indirecta de guarderías, sistemas municipales, guarderías de empresa subvencionadas, etc.), que se podrían mantener de forma independiente, o adaptar al nuevo modelo que instaura esa educación como obligatoria.
Más dinero público
Si hacemos caso a un coste estimado de esta iniciativa, el Presupuesto de los próximos años tendría que ceder también más dinero a las comunidades autónomas para costear el nuevo modelo. En la actualidad, el Ministerio de Trabajo aporta unos 28 millones a las comunidades autónomas para crear, mantener o adaptar escuelas infantiles.
Pero un cálculo inicial de lo que supondría la nueva medida deja claro que el coste sería mucho mayor. Si partimos de que el coste medio de un niño de hasta tres años en una guardería se acerca a los 300 euros (comida incluida), la parte que inicialmente se podría subvencionar desde las administraciones central y autonómica sería de la mitad de esa cantidad.
70 euros por niño
Eso supone un coste para el Estado de algo más de 70 euros por niño. En España se llevan a la guardería poco más del 15 por ciento del casi millón y medio de niños que hay de cero a tres años. Con los datos de 2005, el coste anual para la Administración central sería de unos 15 millones de euros al mes, es decir, 180 millones al año, una cantidad asumible, que debería ser igualada, si no incrementada, por cada comunidad autónoma. Eso sería para empezar. Si lo que se pretende es establecer un modelo gratuito a largo plazo, el coste será mayor cada año y muy superior al coste actual.
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