Según explicó el conseller en una nota de prensa, esta actuación pretende que estas personas "trabajen en unas condiciones dignas y se puedan integrar en el mercado laboral valenciano como cualquier otro trabajador, con unos requisitos básicos de calidad de vida".
En la Comunitat Valenciana prácticamente nueve de cada diez recolectores del campo son extranjeros, por lo que la Conselleria de Inmigración contempla para cerca de 2.500 trabajadores inmigrantes la posibilidad de un alojamiento y programas complementarios en distintos puntos, como la comarca de Utiel-Requena, Callosa d'En Sarrià, Novelda o Torrent.
Según dijo Blasco, a través de estos acuerdos "se imparten programas de orientación social y laboral, cursos para prevenir los accidentes en el trabajo, talleres de formación y otras actividades complementarias que son de gran ayuda para estos trabajadores".
Además, se pone a disposición de los temporeros a diversos profesionales que se encargan de dar información, inspeccionar sus alojamientos o mediar ante cualquier conflicto, así como proporcionar información jurídica y de prevención de riesgos laborales y ofrecer charlas informativas y asesoramiento personalizado durante los meses de campaña de los temporeros.
Otra de las iniciativas que contempla el convenio es la apertura de oficinas en lugares de masificación de trabajadores inmigrantes, además del reparto de folletos informativos sobre salarios, información laboral o prevención de accidentes en el trabajo.
Blasco declaró que "no se trata únicamente de buscarles un techo, sino de estar pendientes de cualquier problema o incidencia que pueda surgir por falta de información o por desconocimiento del idioma".
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