Uno de cada tres trabajadores europeos cree que su salud y seguridad se ven amenazadas por su actividad profesional y el casi el mismo porcentaje, 35%, declara que su trabajo afecta a su salud, según un estudio realizado por la Fundación Europea para la mejora de las condiciones de vida y trabajo (Eurofound).
De acuerdo con los resultados de este informe, para el que se efectuaron unas 30.000 entrevistas a trabajadores de 31 países, cerca de uno de cada cuatro europeos tiene un contrato no normalizado, generalmente de duración determinada, porcentaje que se eleva hasta el 50% entre los que han ingresado más recientemente en el mercado laboral.
La mitad de los trabajadores encuestados considera que su actividad profesional no se corresponde con sus capacidades, si bien el 82% declara estar satisfecho o muy satisfecho con sus condiciones laborales. Aún así, sólo el 31% cree que su trabajo le ofrece buenas perspectivas de desarrollo profesional.
La encuesta revela además que el 65% de los europeos trabaja cinco días a la semana, mientras que el 23% lo hace seis o siete días por semana. Además, el 15% trabaja normalmente más de 48 horas semanales y el 66% se rige por el horario establecido por la empresa, sin posibilidad de que éste sea modificado. Únicamente uno de cada cuatro empleados puede adaptar su horario laboral a sus necesidades.
El estudio refleja que uno de cada cuatro empleados tiene a una mujer como jefe directa, aunque es mayor proporción la proporción de mujeres que tienen una jefa que la de hombres, con un 42% frente a un 10%.
En cuanto a la situación de los jóvenes europeos, el informe constata que en los países analizados se dan una serie de rasgos comunes que afectan al colectivo, como la mayor incidencia de la temporalidad, el desempleo o la economía informal.
Precisamente, la situación del desempleo juvenil ha sido debatida por Eurofound esta semana en un seminario celebrado en el Consejo Económico y Social (CES) de Madrid, en el que empresarios, sindicatos y gobiernos de más de 16 países han analizado sus políticas y experiencias en relación con el empleo juvenil.
Según informó el CES, en este foro se puso de manifiesto que las posibilidades de encontrar un empleo adecuado y evitar el riesgo de desempleo y exclusión social aumentan considerablemente con el nivel educativo. Por el contrario, el abandono temprano del sistema educativo incrementa "considerablemente" el riesgo de paro de larga duración.
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