Trabajadores de la compañía de paquetería y mensajería UPS de todo el mundo dedicaron miles de horas de servicio a la comunidad con motivo de la Semana Global del Voluntariado anual, que la multinacional celebra de manera anual.
Los empleados en España programaron diversas actividades siguiendo los parámetros globales de la empresa. La primera actividad se desarrolló para Banco de Alimentos a comienzos de octubre con la recogida de alimentos no perecederos para enviarlos a países en desarrollo. Al final del día, se habían recolectado 16.000 kilos.
Además, se desarrollaron otras tres actividades durante el mes de octubre: en colaboración con la Asociación Discapacitados de Pozuelo (ADIPO) los empleados de UPS pasaron un día en el Parque de Atracciones de Madrid con niños discapacitados, participaron en el proyecto 'Kotska' de la Fundación Padre Garralda llevando a pasear a niños de 0 a 3 años de madres reclusas, y colaboraron con la Fundación Tres Olivos en la integración de niños sordos.
"UPS España quiere demostrar su compromiso con la Semana Global del Voluntariado aportando su granito de arena mediante el apoyo a organizaciones de la comunidad", explicó en este sentido el director de RRHH de la compañía en España, Rick Corral, que señaló que la experiencia ha sido muy positiva, ya que los empleados "han participado y han mostrado su interés por repetir este tipo de actos más frecuentemente".
Este es el quinto año en el que se desarrolla la iniciativa y la compañía espera que en 2007 sus empleados desempeñen más de un millón de horas de voluntariado durante todo el año.
Más de 35.000 empleados participaron en actividades que se llevaron a cabo alrededor de todo el mundo, desde la plantación de árboles en India hasta el envío de comida en Nueva York. Los proyectos relativos a la Semana Global del Voluntariado fueron elegidos por los empleados de UPS de cada país participante.
Como ejemplo, en Atlanta, los empleados proporcionaron ayuda logística en la carrera contra el cáncer organizada por la Fundación Susan G. Komen. En Alemania, dedicaron 430 horas para organizar una red de distribución para 700 escuelas de Berlín. En Grecia, los empleados destinaron 150 horas a La Cruz Roja Griega para la planificación de la asistencia ante catástrofes, y en Filipinas, los trabajadores destinaron 2.100 horas a acondicionar tierras de cultivo y plantar árboles en escuelas.
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