Dirección y comité de empresa de Alcampo han acordado un protocolo para prevenir y atajar con contundencia las situaciones de acoso sexual y moral que pudieran darse en la compañía, informaron ayer a Europa Press fuentes sindicales.
Este protocolo define claramente las acciones que se consideran constitutivas de acoso, así como de discriminación por razón de sexo, y especifica las actuaciones que han de llevarse a cabo en la empresa si se produce uno de estos supuestos.
Concretamente, contempla la creación de una Comisión Instructora de Tratamiento de Situaciones de Acoso (Citsa) que se encargará de realizar todas las averiguaciones y diligencias necesarias una vez recibida la denuncia por parte del trabajador presuntamente acosado.
El plan garantiza que el trabajador afectado reciba la asistencia de un abogado o de los representantes sindicales que elija y, si se constata la existencia de acoso, se informará al director del centro correspondiente para que adopte las medidas sancionadoras y correctoras legales previstas.
También garantiza que no serán objeto de intimidación o represalia los trabajadores que consideren haber sido objeto de abuso, los que planteen una queja por este motivo o los que presten asistencia en uno de estos procesos, ya sea facilitando información o en calidad de testigos.
"Valoramos positivamente este acuerdo; es muy importante que Alcampo cuente con un protocolo que sirva como garantía a los trabajadores que pudieran verse afectados por una situación de acoso moral o sexual", indicaron las fuentes, quienes confiaron en que sirva de herramienta en todos los centros de trabajo.
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