El movimiento sindical internacional –agrupado en torno a la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la Comisión Sindical Consultiva (CSC)– ha solicitado a las Naciones Unidas que fomente el trabajo decente como una de las medidas "prioritarias" para erradicar la pobreza en el mundo.
Con motivo de su presencia en la Comisión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social, que se celebra estos días en Nueva York, una delegación compuesta por una veintena de sindicalistas reconoció los esfuerzos de la ONU en materia de "empleo pleno y productivo y trabajo decente".
Sin embargo, en su opinión, la actual crisis económica implica el desarrollo de medidas "de urgencia" ya que la mayoría de los puestos de trabajo que se han generado en los últimos años "están mal remunerados y son de mala calidad", por lo que "muchos de los trabajadores pobres no están en condiciones de mantenerse ni de mantener a sus familiares".
El movimiento sindical internacional calcula que, en todo el mundo, hay cerca de 195 millones de trabajadores pobres que probablemente se queden sin trabajo a lo largo de este año.
Por todas estas razones, apuestan por fomentar una nueva política para "crear empleos de calidad, brindar educación y lograr desarrollar las capacidades, hacer frente al desempleo juvenil y posibilitar que las personas salgan de situaciones de empleo precario o informal". "El trabajo decente implica además el pleno respeto de los derechos de libertad sindical y negociación colectiva", reiteran los sindicalistas.
En palabras del secretario general de la CSI, Guy Ryder, "el trabajo decente para todos debe convertirse en una meta universal por la vía de las instituciones internacionales y de los organismos de la ONU".
El documento completo sobre las demandas de los sindicatos puede consultarse en la web ‘www.ituc-csi.org/IMG/pdf/Declaracion_CSI_ES.pdf‘.
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