En 2007 se resolvieron en Andalucía 151 expedientes por temas relacionados con la maternidad en el trabajo, de ellos 83 fueron despidos que, una vez resuelto el recurso de las trabajadoras, resultaron nulos.
En 2006 el incumplimiento de las leyes que protegen a la mujer trabajadora durante el embarazo y la lactancia o su derecho a reducir la jornada para cuidar de su familia terminaron con 117 expedientes, de los cuales 82 fueron despidos nulos.
Estos datos proceden de las actuaciones del Servicio Andaluz de Defensa Legal para Mujeres por Discriminación de Género, puesto en marcha en 1997 por el Instituto Andaluz de la Mujer en colaboración con las centrales sindicales. Las cifras citadas se refieren sólo a los conflictos más numerosos, los relacionados con la maternidad, pero existen otros por acoso sexual y moral. En total en 2007 el servicio de defensa tramitó 190 expedientes, frente a los 160 del año anterior.
"Me preocupan mucho esos 83 despidos puros y duros, sólo porque la mujer decide tener un hijo, precisamente en el año en el que entró en vigor la Ley de la Igualdad. Incluso la ley anterior, la de Conciliación de la vida familiar y laboral de 1999, también protegía a las mujeres que eran despedidas por quedarse embarazadas. A pesar de las leyes, los empresarios siguen con la misma mentalidad y piensan que las mujeres somos menos atractivas a la hora de contratarnos", comenta Antonia Martos, secretaria de la Mujer de CC OO Andalucía, sindicato que ha elaborado el Informe de la situación laboral de las mujeres en Andalucía coincidiendo con la celebración, hoy, del Día Internacional de la Mujer.
"Tenemos que tener en cuenta que estos datos representan sólo un pequeño porcentaje de lo que en realidad ocurre, porque hay muchas trabajadoras que, por miedo o desconocimiento, no recurren y otras que, cuando lo hacen y son readmitidas, sus jefes las someten a un fuerte acoso moral y, al final, son ellas las que acaban por abandonar. La raíz del problema es que la ley es una herramienta más que hay que trasladar a la negociación colectiva y hacer que se cumpla. Tenemos que cambiar la mentalidad de la sociedad", explica Martos.
"La maternidad actualmente sigue teniendo un coste profesional para la mujer. Después de todo lo que cuesta acceder al mercado laboral, la mujer se encuentra con estas barreras. Es un coste social que tiene que ser asumido, de igual forma, por hombres y mujeres. Ellos deberían empezar a disfrutar de esos permisos y así los empresarios tendrían que asumirlos", añade Martos.
El estudio, realizado por la Secretaría de la Mujer de CC OO, es esperanzador pero las diferencias de las que se parte son tantas que las mujeres están aún lejos de conseguir la igualdad. En 2007 el empleo femenino creció en Andalucía un 5,5%, frente a un 2,9% del masculino. Sin embargo, la tasa de actividad femenina es de 36,8% y la de los hombres de 61,7%.
Uno de los marcadores positivos es que el año pasado se redujo la temporalidad en el empleo femenino en un 3,6%, mientras que aumentó en el masculino un 2,5%. En el caso de las mujeres inmigrantes, que el año pasado eran 227.395, conservan los empleos más tiempo que los hombres inmigrantes. La tasa de temporalidad es del 58% en las mujeres y del 72% en los hombres. "Es un dato positivo, pero hay que tener en cuenta que la mayoría de las inmigrantes son empleadas del hogar, un empleo que no es de calidad y en el que no tienen posibilidad de promocionarse", comenta Martos.
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