La UGT denunció ayer la "discriminación" que ha sufrido una vigilante de seguridad en avanzado estado de gestación, que ha sido suspendida de empleo y sueldo por comer dos piezas de fruta que había cogido de uno de los puestos de un mercado de Melilla mientras se encontraba de servicio.
En rueda de prensa, la secretaria de Igualdad, Concha López, ha calificado la medida como "desproporcionada" y ha culpado al presidente del Comité de Empresa y representante de los trabajadores de tener una actitud "machista" por responsabilizar a una empleada de un hecho que ni tan siquiera denunció el propietario del puesto.
Para López, no existe explicación a que a la vigilante se le haya interpuesto una sanción de un mes de suspensión de empleo y sueldo, castigo que se aplica en los casos de hurto, circunstancia que, en opinión de la sindicalista, no se da ya que no existe ningún fin de lucro.
Los hechos, que mañana se llevarán a juicio, ocurrieron hace algunos meses cuando la vigilante, que se encontraba de turno entre las 15 y las 22 horas, sufrió una hipoglucemia dado su avanzado estado de gestación, que quiso remediar cogiendo dos piezas de fruta.
Al conocer los hechos a partir de las grabaciones de las cámaras de seguridad, según López, "sin dar oportunidad de explicarse" a la trabajadora, el presidente del Comité de Empresa dio parte de la empleada, que fue sancionada en el mes de diciembre.
La sindicalista ha considerado que el representante de los vigilantes se ha "extralimitado" de sus funciones y ha dicho que es algo "normal" que los tenderos del mercado ofrezcan comida a los trabajadores que prestan servicio en dichas dependencias municipales.
Los comentarios están cerrados.